La inflación cerró el año como fue la tónica de todo 2021: sorprendiendo. Es que el 0,8% que registró diciembre no estaba en los cálculos de ningún economista ni tampoco del Banco Central. Con ello, los precios cerraron en 7,2%, su mayor nivel en 14 años y diciembre se fue con el registró más alto para ese mismo mes desde 1991. Así, el problema para el Banco Central está instalado. Y por ello, su herramienta para detener los mayores niveles de inflación se está ajustando y recalibrando, por lo que es probable que se ubique en el techo del corredor presentado en el Informe de Política Monetaria de diciembre de entre 6,5% a 6,75% a mediados de este año. Hoy la Tasa de Política Monetaria (TPM) se ubica en 4%.
Ese mismo escenario alcista para la tasa de interés es el que ya está internalizando los economistas y el mercado en general. De hecho, las expectativas implícitas en las tasas swap esperan un alza de 125 puntos base en la reunión de enero, otra de 100 puntos en marzo para situarla en 6,25% y una más en mayo de 25 puntos hasta llegar a 6,50 puntos base. Incluso algunos ya han anticipado que puede llegar a 7% a mitad de año.
Los economistas, en general, suscriben esta misma trayectoria y el denominador común es el alto registro de diciembre, el cuál no sólo tiene impacto en el mes sino la alta inflación de 2021 se arrastrará en los contratos indexados en UF que se deben pagar en marzo de 2022, impactando en los bolsillos de las personas.
Martina Ogaz, economista de Euroamerica sostiene que “la cifra de inflación a diciembre sorprendió nuestras expectativas y las del mercado, con lo cual proyectamos una importante alza de la tasa en la reunión de enero dada esta nueva sorpresa”. Ogaz espera un alza entre 100 o 125 puntos base.
A mediano plazo, la proyección de Ogaz considera que la tasa de interés llegue a niveles de entre 6,25% y 6,50% a mediados de año y 6,0% a finales de 2022.
Samuel Carrasco, economista senior de Credicorp Capital afirma que para la próxima reunión del BC esperan un aumento en la TPM de 150 puntos base mientras que para mediados de año tiene internalizada una tasa de interés en 6,5%.
Felipe Ruiz, economista de Bci, coincide en el análisis y menciona que, tras el IPC de diciembre, ajustamos levemente las expectativas de TPM para los próximos meses. “Anticipamos otra alza de 125 puntos base en la reunión de enero y luego un incremento de 75 puntos base en marzo, para situar la tasa de interés en 6,0% por algún tiempo”.
Hacia adelante, Ruiz menciona que el BC podría ir ajustando a la baja la tasa de referencia hacia el último trimestre del año, para culminar 2022 con una tasa rectora en 5%. Sin embargo, acota que “el riesgo a esta trayectoria contempla un mayor nivel de tasa de interés y es posible que, en caso de ser necesario, el BC continúe elevando con fuerza la tasa de interés hacia 6,5% o más en el corto plazo”.
Y Carolina Grünwald, economista jefe de BanChile también espera un alza entre 100 y 125 puntos base en enero y en su escenario base tiene una proyección de 6,25% para la TPM a mediados de año.
El académico de la Universidad de Chile, Alejandro Alarcón, añade que la persistencia de la inflación ha sido mayor a la prevista. “La economía sigue sobrecalentada, por lo tanto, vamos a tener una trayectoria alcista de la tasa de interés. Es esperable un alza de 125 puntos base en enero. Y a mediados de años espero que esté entre 5,5% y 6%”.
Desanclaje de expectativas
En el análisis, los economistas tienen incorporada esta fuerte alza de la tasa de interés debido a que las expectativas a dos años plazo se ubican muy por sobre la meta del Banco Central de 3%. Esta es precisamente la guía de la política monetaria, y es la señal que le permite actuar al ente rector subiendo o bajando la tasa de interés. Es que desde septiembre del año pasado las expectativas a dos años plazo está sobre 3% y ahora, en el sondeo de enero, ese nivel llegó a 3,7%. La última vez que las expectativas a dos años plazo estuvieron tan desancladas del 3% fue en a mediados de 2008, en plena crisis subprime. Además, la Encuesta de Expectativas Económicas de BC correspondiente a enero mostró que la expectativa a dos años se ubica en 3,7%.
¿Qué significa que las expectativas estén sobre 3%? Esta es una señal clara que el mercado no está creyendo que el BC pueda controlar fácilmente la inflación -o al menos en el plazo de dos años- y por ello, van subiendo las proyecciones de mediano y largo plazo. Esto es lo que para los expertos debe poner en alerta al BC y lo que permite anticipar las sucesivas alzas en la tasa de interés, ya que es la única forma de frenar esta escalada alcista de la inflación.
Carrasco menciona que “existe la posibilidad de que el Central sorprenda con el fin de anclar expectativas inflacionarias. Lo anterior, debido a que, desde el IPoM de diciembre, las expectativas de inflación a 2 años se desanclaron aún más y el mercado laboral continúa mejorando”. Este es un tema que preocupa al ente rector y sería factor decisivo a la hora de tomar la decisión en la próxima reunión fijada para el 25 y 26 de enero.
En ese mismo documento, el BC ya alertaba en diciembre que “la mayor inflación se ha prolongado lo suficiente como para arriesgar efectos de segunda vuelta a través de la indexación de contratos e incrementos salariales. Los costos de la inflación sobre la economía ya son visibles, y se han transformado en una de las principales preocupaciones económicas de hogares y empresas”.
En ese mismo reporte alertaba también el aumento de la inflación ha provocado un alza relevante de sus expectativas elevando los pronósticos a un año plazo, acercándolos a valores del orden de 5%. “Aunque las expectativas privadas contemplan una tendencia decreciente de la inflación hacia el 2023, estas aún se ubican por sobre 3% a veinticuatro meses plazo”.
Para el Central, la principal causa de la mayor alza de los precios han sido factores de índole local. “Chile destaca como uno de los países donde la moneda se ha depreciado más, donde se han implementado políticas de apoyo a los ingresos más significativas, donde se aprecia un mayor aumento del consumo privado y donde el incremento de la inflación es de los más altos”.