Dos veces debió votar el Senado para viabilizar el despacho del veto presidencial que crea un Ingreso Familiar de Emergencia, el cual finalmente fue enviado a Ley.

Es que la oposición decidió evidenciar su molestia porque el gobierno no estuvo disponible para negociar los puntos que ellos demandaban como era el aumentar el monto del beneficio a $80.000 que quedó en $65.000 y la entrega decreciente por los siguientes dos meses del aporte. Entonces en la primera votación hubo 16 votos a favor, ningún rechazo y 23 abstenciones lo que equivale en jerga legislativa que el proyecto no concitó la mayoría requerida.

Realizada por segunda vez, el veto obtuvo 19 votos a favor, ningún rechazo y las mismas 23 abstenciones, que no obstante por reglamento se suman a la opción que obtuvo más votos, es decir al apruebo.

Al término de la votación el ministro de Desarrollo Social, Sebastián Sichel, destacó que “lo que hemos hecho como gobierno es apurar lo máximo posible el pago, lo que significa en la práctica que el día 29 de mayo todos aquellos que han tenido un bono anterior del Estado y les corresponde este beneficio recibirán el pago de forma automática.

De esta forma, durante el fin de mes las personas pertenecientes al 60% de hogares más vulnerables según la Calificación Socioeconómica del Registro Social de Hogares, recibirán un aporte de $65.000; $55.250 en junio, y $45.500 en julio. Estos dos últimos montos también serán percibidos por los pensionados mayores de 70 años que vivan solos.

La subsecretaria de Evaluación Social, Alejandra Candia, explicó que con el veto “permitió sumar nuevos hogares que se han visto afectadas por la emergencia, familias que no pueden seguir esperando y que necesitan de este apoyo desde el Estado lo antes posible”.

“Las familias de Santiago están viviendo una situación muy difícil. Hoy se aprobó el ingreso de emergencia que, si bien valoramos, tiene letra chica y tiene problemas porque es engorroso, lento, y deja muchas familias fuera”, indicó el senador Carlos Montes (PS).

“Un dato es claro, y que nunca en nuestra historia había habido un beneficio tan grande con un mecanismo distinto que ya no es por carga, sino que por miembro del grupo familiar, y que asciende a US$800 millones, que es significativo”, sostuvo el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, tras la sesión.