-La actividad económica ya muestra señales mucho más nítidas de debilidad. Reflejo de aquello son las cifras sectoriales que publicó este viernes el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), correspondiente a noviembre. En el registro se expone que la industria manufacturera cayó un 7,8% respecto a igual mes del año anterior. Esto, principalmente a raíz de la baja anual del 21,2% en elaboración de sustancias y productos químicos.
Le siguió en incidencia el Índice de Producción Minera que se contrajo un 3,2% en relación con noviembre de 2021, debido principalmente a la caída del 4,1% en la minería metálica, ante una menor extracción y procesamiento de cobre, a causa de un menor tratamiento, una baja ley y a problemas operacionales que afectaron a importantes empresas del rubro. Por su parte, el Índice de Producción de Electricidad, Gas y Agua (Ipega) logró registrar un leve aumento del 0,3% en 12 meses.
El comercio, en tanto, siguió su ruta de caídas: las ventas minoristas retrocedieron un 15,2% en 12 meses, acumulando una baja del 3,5% en lo que va del año, mientras que la actividad de este sector se contrajo un 9,3%. Para Santander, “esto refleja el deterioro del consumo, en línea con la pérdida de liquidez de los hogares luego de las ayudas estatales y retiros previsionales, y un mercado laboral que continúa debilitándose”.
Con estos números como insumo, los analistas anticipan magras cifras para el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) del penúltimo mes del año, con proyecciones que van desde -1,1% hasta -3,5%. De concretarse esta previsión, será la tercera caída consecutiva de la actividad y si la contracción es superior al 2,8%, será la mayor desde febrero de 2021.
Entre los menos pesimistas se encuentra el economista de Gemines, Alejandro Fernández, quien espera una baja del 1,1%. “Los datos del INE confirman una desaceleración gradual de la actividad, algo más lenta a lo previsto y que apunta a un fin de año débil, pero no en colapso”, dice. Con una visión intermedia está Martina Ogaz, economista de EuroAmerica, quien prevé una baja del 2,9%. “La producción manufacturera sigue mostrando una desaceleración, al igual que el comercio, ante la importante base de comparación y otros efectos como el alza de costos que muy probablemente siga en lo próximo”, señala.
En Security esperan un descenso de 2,5%. “Las cifras sectoriales de noviembre (...) tuvieron sorpresas mixtas, pero señalan una moderación de la actividad”, plantean.
Ya en el grupo de los más pesimistas se ubican los economistas de Bci, Juan San Martín, y la economista del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC-UDP), Carolina Molinare. El primero apuesta por una caída del 3,5% anual y del 1,4% versus octubre, en términos desestacionalizados. “Se anticipa un fuerte retroceso en comercio y minería, seguido de manufactura. Esto es cerca del 35% de la actividad económica. En tanto, el sector que mostraría mayor resiliencia sería servicios”, indica.
Mientras que Molinare argumenta que “las cifras sectoriales muestran una caída persistente en la actividad, reflejando la entrada al período de contracción económica que espera el país. El sector manufacturero mantiene una caída en su actividad y el sector comercio, relacionado al comercio minorista como las ventas de retail y las ventas de autos nuevos, seguirán bajando”.
Con esto, las expectativas para el PIB del cuarto trimestre fluctúan entre el -2,3% y el -3,3%.