Luego de que este martes el Banco Central diera a conocer el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) de junio -el cual cayó 1,0% en comparación con igual mes del año anterior, pero aún así menos de lo esperado- un reporte de JP Morgan en el que analizó las cifras proyecta crecimiento para la economía del país en la segunda mitad del año.

Entre los temas abordados en el informe de JP Morgan, elaborado por el economista jefe para el cono sur, Diego Pereira, se menciona la actividad extractiva minera, la cual cayó un 0,2% intermensual, lo que supone la cuarta contracción mensual consecutiva, y que también se contrajo un 3,2% en términos trimestrales. “Más allá de la evolución trimestral, cabe señalar que, en términos interanuales, la actividad extractiva ha aumentado ligeramente, un 0,2% respecto a diciembre de 2022. Es decir, la actividad se ha estancado en lugar de contraerse, sobre una base tendencial. Por lo tanto, la preocupación por un ‘endurecimiento excesivo’ de la política monetaria parece, en este momento, exagerada”, dice el reporte.

Por el lado de la oferta, continúa el reporte, la principal conclusión es la “relativa resistencia” de los servicios en el segundo trimestre del año. “Los servicios perdieron sólo un 0,4% intertrimestral al alza, tras un alza de 7,5% en el primer trimestre del 2023. De hecho, en lo que va de año, los servicios han subido un 1,6% en comparación con diciembre de 2022. Esto contrasta fuertemente con la actividad comercial, que se contrajo un 14,6% intertrimestral en el segundo trimestre de 2023 y un 5% en lo que va de año”.

De cara al futuro, señala el documento, “se espera que el proceso de desinflación en curso y la consiguiente mejora de los salarios reales y del poder adquisitivo real en el contexto de un mercado laboral estable contribuyan a la mejora de los servicios en el segundo semestre de 2023, al tiempo que contribuyen a la estabilización de la actividad comercial”.

Lo anterior, dice el informe, junto con unas exportaciones netas aún favorables, “parece ser el principal factor que subyace a nuestra hipótesis de base para que la economía reanude una expansión subpotencial en el segundo semestre del 2023 (con una media del +1,7% anualizado). Esto sería coherente con un PIB anual en 2023 de sólo un +0,1% anual”.