Un plan nacional de puntos limpios para el reciclaje de gestión mixta (municipalidades y recicladores) será lanzado pasado mañana por Corfo, en el contexto del Día Internacional de los Recicladores de Base. Por su parte, el Ministerio del Medio Ambiente dará a conocer un sistema de catastro para este gremio.
Estas son parte de las actividades para la jornada de este viernes, tomando en cuenta la importancia de los recicladores de base para que la nueva ley de reciclaje (REP) pueda funcionar correctamente. Se estima que hay cerca de 60.000 recicladores en Chile, los cuales tendrán que estar formalizados cuando la REP comience a estar operativa 100%. De los seis productos prioritarios de la normativa (envases y embalajes, neumáticos, artículos eléctricos, baterías, aceites lubricantes y pilas), sólo se ha aprobado los reglamentos de valorización de los neumáticos. Se espera que el próximo sea el de envases, una de las áreas más masivas y donde el reciclador será protagonista.
Para que un reciclador funcione bajo los parámetros de la ley debe estar certificado en alguno de los cuatro perfiles laborales: "Reciclador de Base", "Reciclador avanzado" "Almacenador" y "Administrador de procesos de recolección y acopio", luego de un curso que cuesta cerca de $200.000, autorizado por ChileValora. Hasta ahora hay 270 recicladores certificados sólo en los dos primeros perfiles y a julio de 2018 (208 certificaciones), la mayoría están concentrados en Santiago, con nula participación de 13 regiones (ver gráfico).
Según Soledad Mella, dirigente del Movimiento Nacional de Recicladores de Chile, la ley viene a reconocer una actividad pero "nos impone tremendos desafíos, como salir de la informalidad. Sin embargo, el tema de las certificaciones ha sido muy complejo por el precio y porque ha costado transmitir la información a nuestro gremio en todo el país. Además, el otro gran desafío es entender la trazabilidad de los volúmenes que reciclamos. Muchos colegas ni siquiera entienden esa palabra".
Aunque existen subsidios estatales para aminorar la carga del costo de los cursos, en este punto es donde las grandes empresas pueden ser una pieza clave, acogiéndose a la franquicia tributaria para financiar las certificaciones. Cempre Chile (Compromiso Empresarial para el Reciclaje) es una organización que realiza el nexo entre las grandes firmas (como McDonald's, Coca-Cola o Falabella) y los recicladores.
Su directora ejecutiva, Mayling Yuen, comenta: "Uno de los temas que más abordamos el año pasado fue el de las certificaciones. Queda aún un camino largo. Afortunadamente temas como el de las bolsas plásticas están generando una gran inquietud en el sector privado y en las comunidades por identificar a los recicladores de base", dice Yuen, y agrega: "Muchas compañías que tienen grandes volúmenes de reciclaje están expectantes a la definición de los reglamentos de la categoría 'Envases y Embalajes'. Ahí veremos un gran crecimiento en las certificaciones".
Se espera que esto suceda luego de un par de "mesas de trabajo" que aún están pendientes entre el gobierno y el ecosistema de este rubro. Si se aprieta el acelerador la definición podría estar el primer semestre de 2019.
Otro factor fundamental es el rol de las municipalidades, por eso el anuncio de Corfo las involucra. "La economía del futuro requiere mejores modelos de gestión de los residuos, pero también un sistema que funcione de forma asociativa donde actores públicos, como los municipios; y privados, como los recicladores y empresas, trabajen colaborativamente para mejorar la recolección y su valor comercial", dice Sebastián Sichel, vicepresidente ejecutivo de Corfo.
Por su lado, Verónica de la Cerda, gerente general para Chile de TriCiclos indica: "Es una buena noticia que existan avances en formalizar y profesionalizar esta actividad. Ellos muchas veces no saben que saben. Con los cursos, se dan cuenta que son realmente necesarios para que la Ley REP funcione".