Luz verde al denominado "Plan Italia". Durante el fin de semana, la justicia italiana aprobó la propuesta que el grupo constructor Salini-Impregilo y el banco estatal de ese país, CDP, hicieron para quedarse con los activos de Astaldi.
De esta manera, la compañía podrá seguir funcionando, creando, junto con los activos de la compradora, uno de los mayores grupos de construcción de Europa, con un plan de obras avaluado en unos 36 mil millones de euros.
Según informó la compañía que en Chile, entre otras obras, estuvo a cargo de la construcción del hospital Félix Bulnes; la decisión de la corte italiana se basta en la evaluación positiva del plan de reorganización crediticia propuesta, lo que le permitirá ser viable en el largo plazo.
Este negocio solo considera los activos que están dentro de Astaldi Construcción, quedando fuera aquellos que Astaldi posee a través de su filial Astaldi Concesiones. En esta categoría entra el 15% que la firma tiene en Nuevo Pudahuel, concesionaria del Aeropuerto de Santiago.
El esquema aprobado por la justicia italiana considera un plan de reestructuración de la casa matriz de Astaldi en Italia que incluye el ingreso directo del estado italiano con un porcentaje relevante en las empresas consolidadas. Además, la empresa combinada tendrá una facturación de 9.000 millones de euros al año (unos US$10.100 millones) y se convertirá en la séptima constructora europea.
Las actividades del nuevo grupo se complementarán naturalmente ya que, exceptuando a Italia, las dos constructoras operan en diversos países de la región.
En Chile, la situación de Astaldi permanece en proceso de reestructuración de su deuda local, que ya fue aprobada por los acreedores locales en abril. La primera cuota de ese plan fue pagada en julio por Astaldi.