El presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró este domingo que los demás miembros del G7 no le han pedido que frene la guerra comercial con China, aunque reconoció que tiene dudas sobre todo lo que hace.

"Nadie me ha dicho eso", respondió el presidente estadounidense a una pregunta acerca de si los aliados del G7 le han presionado durante esta cumbre para que ponga fin a la tensión con el gigante asiático, que está ralentizando el crecimiento económico mundial.

Trump, en unas breves declaraciones a la prensa tras un desayuno con el primer ministro británico, Boris Johnson, insistió en su punto de vista de que lo que China ha hecho a Estados Unidos "es indignante", por llevarse "cientos de miles de millones de dólares cada año" a través de lo que él considera prácticas comerciales ilícitas y robo de propiedad intelectual.

Aún así, reconoció que tiene algunas "dudas" sobre sus decisiones sobre China, ya que tiene dudas "sobre todo", y apostó por continuar el diálogo con Pekín. Trump pronunció estas palabras después de que varios líderes que asisten a esta cumbre del G7, como el presidente francés, Emmanuel Macron, o el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, pidieran el sábado en esta cita de Biarritz una tregua en el conflicto comercial ante sus negativas consecuencias en la economía global.

El propio Johnson dijo este domingo, sentado frente a Trump: "En general, estamos a favor de la paz comercial", y señaló su oposición, en principio, a la imposición de nuevos aranceles.

El viernes, Trump indicó en Washington que podría invocar una Ley de Emergencia Nacional de 1977 para incrementar el conflicto comercial con China y dos días después recalcó en su opinión que está justificado para hacerlo. "Esto es una emergencia", insistió Trump, aunque indicó que "por ahora" no tiene planes de declararla, porque están hablando "muy en serio" con China. "Ellos quieren cerrar un acuerdo (comercial) mucho más que lo que yo quiero. Veremos qué pasa", afirmó.

Trump también recordó que EE UU está "muy cerca" de cerrar un nuevo y amplio acuerdo comercial con Japón, que se ha estado negociando durante los pasados cinco años, y destacó que "lo que está pasando con China está ayudando" en la negociación con Tokio.

De igual forma, Trump ha prometido un acuerdo bilateral de comercio "bastante rápido" a Boris Johnson, una vez que el Reino Unido abandone la Unión Europea. El acuerdo llegará "bastante rápido", ya que "no prevemos ningún problema", aseguró Trump en unas breves declaraciones a la prensa durante un desayuno de trabajo con Johnson, en la primera reunión que ambos mantienen desde que el británico llegó a la jefatura del Gobierno de su país. Trump afirmó que Johnson "es el hombre adecuado" para llevar a cabo la salida del Reino Unido de la UE, prevista para el 31 de octubre próximo.

"Estamos trabajando en un acuerdo comercial muy amplio y creo que saldrá adelante", recalcó el estadounidense, quien subrayó que ahora los británicos "no tendrán el obstáculo, el ancla alrededor del tobillo", en referencia a la todavía pertenencia del Reino Unido a la Unión Europea.

Johnson advirtió por su parte de que "habrá conversaciones duras" con Washington, pero resaltó que hay "enormes oportunidades para el Reino Unido en el mercado estadounidense" que actualmente su país no puede aprovechar. Un aspecto políticamente muy delicado en el Reino Unido es que Washington pueda exigir a Londres la apertura de su sistema público de sanidad (NHS) a empresas privadas estadounidenses, pero Johnson afirmó que tanto él como Trump lo han descartado. "Hay una unanimidad completa sobre eso", recalcó el primer ministro británico. Trump, que nunca ha ocultado sus preferencias y simpatías por Johnson, aseguró que será "un gran primer ministro".