El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, descartó este martes las preocupaciones sobre una prolongada guerra comercial con China, diciendo que su país estaba "en una posición muy sólida", un día después de que su gobierno aumentó las tensiones al calificar a Pekín como manipulador de monedas.

Trump, quien la semana pasada afirmó que impondría aranceles sobre productos importados chinos por  US$300.000 millones a partir del 1 de septiembre, también buscó apaciguar a los agricultores de su país luego de que China detuvo las compras de productos agrícolas estadounidenses y elevó el espectro para gravámenes adicionales sobre dichos productos.

La decisión cambiaria de Estados Unidos del lunes extendió aun más una escalada en la disputa entre las dos mayores economías del mundo que ya suma un año, sacudiendo los mercados financieros.

Wall Street registró el lunes su peor día de 2019. Trump tuiteó este martes: "¡Enormes cantidades de dinero de China y otras partes del mundo están llegando a Estados Unidos por razones de seguridad, inversión, y tasas de interés! Estamos en una posición muy sólida. Las empresas también están llegado a Estados Unidos en grandes cantidades. ¡Es algo hermoso de ver!".

El mandatario también dijo que seguiría respaldando a los agricultores estadounidenses, a quienes su gobierno ya ofreció un paquete de ayuda de US$16.000 milloness para que se recuperen de las pérdidas generadas por la guerra comercial.

"Nuestro grandes agricultores estadounidenses saben que China no podrá dañarlos porque su presidente ha estado con ellos y hecho lo que ningún otro presidente haría. ¡Y lo haré de nuevo el próximo año si es necesario!", escribió Trump en Twitter.