El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no quiere implementar la nueva ronda de aranceles programados contra los productos chinos para el 15 de diciembre, pero quiere que haya "movimiento" desde China para evitarlos, dijo el lunes el secretario de Agricultura de Estados Unidos, Sonny Perdue.
Beijing y Washington llevan 17 meses inmersos en una guerra comercial que ha interrumpido los flujos mundiales de cereales, ha tenido en vilo a los mercados y ha lastrado el crecimiento económico mundial.
China, el principal comprador mundial de soja, dijo el lunes que espera cerrar un acuerdo comercial con Estados Unidos lo antes posible, antes de que entren en vigor los nuevos aranceles.
"No creo que el presidente quiera implementar estos nuevos aranceles, pero debe haber algún movimiento de su parte para animarle a que no lo haga", dijo Perdue, según una grabación de audio de sus respuestas a las preguntas de los periodistas.
"Y con suerte, la señal que enviaron acerca de las reducciones para la soja y la carne de cerdo podría ser esa señal", agregó, hablando en una conferencia de la Asociación Nacional de Cereales y Alimentos en Indianápolis.
Pekín dijo el viernes que renunciaría a los aranceles de importación a algunos envíos de soja y cerdo desde Estados Unidos, pero no especificó las cantidades.
Los importadores chinos de soja compraron al menos cinco envíos de soja estadounidense a granel (alrededor de 300.000 toneladas), para su envío en enero y febrero, después de que Pekín ofreciera a los compradores al menos 1 millón de toneladas en nuevas exenciones arancelarias, dijeron exportadores estadounidenses.