Mientras Wall Street intentaba dilucidar el confuso mensaje del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, para proyectar el futuro de la política monetaria estadounidense, Donald Trump llegó con un anuncio que parece clarificar el asunto, pero que a su vez agitó intensamente a los mercados.
A penas un día después de que finalizara la ronda con la que China y EEUU reanudaban las negociaciones comerciales, y con una ronda ya agendada para el próximo mes, el mandatario informó que el 1 de septiembre se impondrán nuevos aranceles a bienes por US$300.000 millones, lo que aumentó de 68% a 92% las probabilidades de una baja de tasas de la Fed en su próxima reunión.
Trump reclamó en la jornada previa que lo que se esperaba de la Reserva Federal era el comienzo de un ciclo de reducción de tasas prolongado y agresivo", asegurando que estaba "decepcionado" de Powell, quien afirmó que el recorte que aplicaron se trataba de una "ajuste de medio ciclo" y no del primero de un número importante de rebajas.
Dado el contexto, la escalada en las tensiones comerciales que propicia el mandatario se alinea con la intensificación de sus presiones sobre la Fed, para que afloje más decididamente la política. "Los aranceles escalonados probablemente conducirán a otro corte de tasas más temprano que tarde, y la posibilidad de una tercera rebaja este año es bastante alta", comentó a PULSO, Sam Bullard, economista senior de Wells Fargo.
Arremetida contra China
En efecto, no suficiente con los aranceles de 10%, dirigidos a los bienes chinos que hasta ahora no enfrentaban, Trump sostuvo que de no haber avances podría aumentarlos a 25%, dejándolos al mismo nivel del arancel ya en curso que afecta a US$250.000 millones de importaciones.
"Pensamos que teníamos un acuerdo con China hace tres meses, pero lamentablemente China decidió renegociar el acuerdo antes de firmarlo", argumentó en la red social Trump. "Creo que el presidente Xi (Jinping) quiere hacer un trato, pero francamente, no lo están haciendo lo suficientemente rápido".
El mandatario estadounidense presentó las nuevas medidas contra el gigante asiático tras la llegada del secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, y del representante de comercio, Robert Lighthizer, desde Beijing. Los líderes de la parte norteamericana en la negociación, se reunieron el martes y miércoles con el vicepremier, Liu He, en un diálogo que no mostró muchos progresos y que demuestra su fracaso tras la nueva arremetida.
Con un tono aún más desafiante, desde la Casa Blanca Trump recalcó: "Si ya no quieren comerciar con nosotros, estaría bien para mí", añadiendo que "hasta el momento en que haya un acuerdo, les aplicaremos impuestos".
Temor en los mercados
Para cuando hizo esas declaraciones, la bolsas ya estaban retrocediendo con fuerza. El anuncio de Trump en Twitter poco antes de las 1:30 pm borró todo el rebote que registraba Wall Street, que en la mañana recuperaban terreno tras el descenso anotado en el miércoles por el débil mensaje de Powell.
Ayer, las bajas en las principales plazas neoyorquinas las lideró el Dow Jones, con una caída de 1,05%. A su vez, Caterpillar figuró como una de sus empresas que más retrocedió. Considerada un termómetro de la economía mundial, la manufacturera bajó 4% anotando una pérdida de valor bursátil de casi US$4.000 millones.
Las bajas se repitieron en las plazas latinoamericanas, incluyendo al Ipsa, que cedió 0,64%. En ese caso, el peor desempeño lo tuvo SQM, que cayó 4,84%, tras profundizar las bajas que anotaba cuando se conoció la nueva escalada en la guerra comercial.
El bono del Tesoro también acusó el golpe. Su rendimiento a 10 años quedó en 1,894% al retroceder -12,1 pb, marcando su nivel más bajo desde noviembre de 2016.
Las materias primas fueron otras de los afectados por el remezón de Trump. El Índice de Commodities de Bloomberg bajó 2,48%, con el mayor retroceso en poco más de un año. Entre todo, el petróleo fue el más afectado, al ver una reducción en su precio WTI en 7,9% hasta US$53,95, anotando la baja más amplia desde febrero de 2015.