Pocas dudas deja ya 2018, que faltando dos meses para que termine, ya aparece como consolidado en términos de crecimiento.
Así por lo menos queda en evidencia en la última Encuesta de Expectativas Económicas que realiza el Banco Central a los principales agentes económicos, quienes mantuvieron sus expectativas de una expansión de 4% del PIB para el presente ejercicio, cifra alineada con la del Fondo Monetario Internacional en el World Economic Outlook de octubre, ligeramente por debajo de lo proyectado por Hacienda (4,1%) y menos optimista que la previsión del propio instituto emisor, de acuerdo al Informe de Política Monetaria de septiembre (4%-4,5%).
No obstante, 2019 y 2020 son otra historia. Esto, porque la encuesta corrige a la baja las estimaciones para ambos ejercicios. De acuerdo a esto, si en la encuesta de septiembre preveían para el próximo año que la economía creciera en torno a 3,8%, en el sondeo de ayer la estimación se recortó -por primera vez desde que hay expectativas para 2019- a 3,7%.
Para 2020 los consultados estimaron una expansión de 3,5%, dos décimas menos que en la encuesta del mes pasado.
Las perspectivas para la economía, sus amenazas y potencialidades fueron abordadas la jornada de ayer en Icare en el Congreso de Finanzas y Negocios 2018, que tuvo al ministro de Hacienda Felipe Larraín entre sus principales expositores.
"Cuando las encuestas bajan a 3,7% y tenemos 3,8% la diferencia es muy pequeña. Lo que hemos visto es que más allá de lo que ocurre en un mes específico, todas las proyecciones de crecimiento que para los países se han rebajado en América Latina y para Chile han ido consistentemente al alza a pesar de las turbulencias externas".
En ese sentido, Larraín destacó que las últimas proyecciones del FMI redujeron a la baja las estimaciones para el crecimiento mundial en 2018 de 3,9% a 3,7% y que de profundizarse los efectos negativos de la guerra comercial, restarían en torno a 1 punto al dinamismo mundial.
Viento en contra
Un escenario externo turbulento, que podría complicar las expectativas para Chile, obliga, según los expertos expositores de Icare, a abordar reformas que permitan sustentar su crecimiento por factores internos.
En ese contexto, el ex presidente del BC Vittorio Corbo sostuvo que para 2019 pese a que Chile tiene sólidas bases macroeconómicas, dado que "hay un viento en contra del entorno externo, la debilidad del mercado laboral, el deterioro de las expectativas de los consumidores y cifras más recientes dicen que la economía pierde fuerza, el crecimiento seguirá impulsado por condiciones financieras internas favorables y una política monetaria todavía expansiva".
Por lo mismo, "para crecer en forma sostenida hay que hacer toda la pega y eso no se baja por internet, hay que hacer la modernización del Estado, reducir la tramitología".
Una opinión que compartió el economista Klaus Schmidt-Hebbel, quien sostuvo que "es difícil que en 2019 crezcamos nuevamente a un 4,1% o un 4,25% como lo proyecta el BC", pero que lo importante "es que vamos a crecer más de lo que crecimos en los últimos 4 años".
Respecto de qué hacer, el decano de la FEN, José de Gregorio -quien entregó su presentación en un video-, admitió que si bien el PIB per cápita de Chile puede crecer "no basta con ser un país de ingreso alto, hay grados bastante altos de desigualdad".. Por lo mismo, abordó como desafíos tareas como la descentralización, bienestar con inclusión, calidad de vida de las ciudades y el transporte y la internacionalización de la economía.
Política económica de Bolsonaro en la mira
Uno de los temas analizados en el encuentro de Icare tiene que ver con las políticas económicas propuestas por el equipo económico del candidato de ultraderecha a la presidencia de Brasil Jair Bolsonaro.
El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, dijo tener una evaluación positiva, mencionando el déficit fiscal en pensiones y planteó que "uno puede discrepar con Bolsonaro en varias de sus apreciaciones que ha emitido, pero junto con esto que se discrepa puede tener un discurso que me parece bien encaminado en materia económica y eso puede coexistir y eso es lo que ha ocurrido".
Por su parte, el expresidente del BC, Vittorio Corbo señaló que si se concreta el triunfo de Bolsonaro gobernar le "será muy difícil" debido a que cuenta "con un Congreso fragmentado, con menos del 10% de apoyo" lo que dificultará la futura reforma de pensiones que ha propuesto el candidato, lo que "afectará a los mercados". "Brasil es una gran interrogante: si tenemos problemas en Brasil, eso alcanzará a todas partes", sostuvo.