China cree que Turquía tiene la "capacidad de superar las dificultades económicas temporales", de acuerdo con lo señalado por el Ministerio de Relaciones Exteriores del gigante asiático, pese a que las problemas no cesan en la economía euroasiática. La lira ayer volvió a caer 3,47%, en la previa de la decisión que tomará la corte de Izmir sobre la liberación del pastor estadounidense Andrew Brunson, la manzana de la discordia entre Recep Tayyip Erdogan y Donald Trump.
El respaldo de Beijing ha sido consistente en las recientes turbulencias. En julio Turquía recibió un préstamo US$3.600 millones por parte de The Industrial and Commercial Bank of China (ICBC), respecto a lo cual Lu Yi, funcionario del Ministerio de RREE, indicó que su país siempre ha otorgado importancia a los lazos económicos, comerciales y financieros que tiene con los turcos.
En estos tiempos difíciles, el gobierno de Erdogan ha demostrado que no está solo. El primero en manifestar su apoyo fue Vladimir Putin, quien se comunicó con su homólogo el pasado viernes, ese día la lira se depreció 20% frente al dólar, luego que Trump anunciara la duplicación de los aranceles a las exportaciones turcas de acero y aluminio.
En este escenario, el dólar profundizó ayer sus ganancias en Chile y rompió la barrera sicológica de los $670, cerrando en $670,3, esto es una apreciación de la moneda de EEUU de $4,4, acumulando en la semana un avance de $15,5.
Los espaldarazos a Turquía continuaron. En un intento por evitar que Turquía se aleje de Occidente, Angela Merkel, canciller de Alemania, le recordó a Erdogan que tiene un posible aliado en Berlín. Nadie tiene interés en la desestabilización económica de Turquía", dijo Merkel.
El respaldo más contundente llegó el jueves por parte de Qatar. En medio de sus propios enfrentamiento en la región con Arabia Saudita, el emir qatarí decidió reafirmar sus lazos con los turcos y prometió una inversión en el país de US$15.000 millones. Pese a todo, la pesadilla turca no parece estar cerca de su fin.