Twitter tiene la oportunidad para iniciar una nueva era en sus acciones, con su ingreso el próximo jueves al S&P 500, donde llega para ocupar el cupo que deja libre Monsanto.
Sus papeles han sido tierras pantanosas desde su apertura hace tres años, con pérdidas de capital de hasta US$32.000 millones para sus inversiones, pero en 2018 se ha reivindicado con un avance de 58%, el cual calificará como el quinto más amplio del indicador al que ingresa.
Tras darse a conocer su incorporación al indicador, ayer sus acciones anotaron un incremento superior al 5%.
Pese a todo esto, los analistas no son optimistas sobre las perspectivas de las acciones de la red social. Su pronóstico promedio implica una disminución de 19%, con respecto al precio de cierre del lunes, en los próximos 12 meses, según los datos compilados por Bloomberg.