Una nueva mirada a la hora de analizar el comportamiento de la sociedad en la ciudad es lo que busca plantear el reciente estudio de la Universidad de Chicago llamado de "The Local Structures of Human Mobility in Chicago". El sondeo mira a los barrios de esta ciudad (ver infografía), pero no en base a su composición socioeconómica, cultural y/o educativa, sino, respecto a la información que entrega la movilidad de las personas y cohesión social que tengan con una zona delimitada para dar nuevas explicaciones a fenómenos sociales.

La principal herramienta que destaca el informe para esta nueva mirada al comportamiento de los barrios de ciudades, es el big data. La investigación utiliza la información recopilada de los teléfonos celulares de los usuarios de la ciudad, por medio de los datos de desplazamientos que entrega la geolocalización. "El carácter del vecindario se define, entre otras cosas, por las relaciones sociales entre residentes y sus rutinas (físicas). Las mediciones muestran que los residentes de vecindarios de alto y bajo estatus navegan por sus espacios locales de manera diferente", plantea el estudio.

El informe destaca que la red de movilidad es un ítem que afecta diversos factores sociales, el texto se enfoca en la criminalidad para mostrar su hipótesis respecto al rol de los trayectos en la ciudad y el uso del big data en las ciencias sociales. La información fue proporcionada por LiveRamp y Carto, ambas empresas que se dedican al manejo de datos y geolocalización.

El sondeo toma como "hogar" a la ubicación del dispositivo entre la medianoche y las seis de la mañana, con lo que se pudo definir una muestra de cerca 279 mil usuarios de un área de datos de 10 millones de personas. La idea que el estudio plantea en un principio es que los vecindarios con mayor estatus socioeconómico y educativo, ante la necesidad de menor desplazamiento, deberían reducir la delincuencia y aumentar en el caso contrario. "De acuerdo con la teoría del capital social y la teoría de la actividad rutinaria en criminología, una mayor integración de la red local predice independientemente menores niveles de violencia y delitos contra la propiedad", dice el autor del texto James Saxon en su publicación. "Las dos variables construidas (agrupación y grado local) se asociaron con reducciones significativas en el crimen", plantea el estudio.

En conclusión, el estudio apunta que los habitantes de barrios más ricos exhiben una concentración de actividades en las cercanías de su lugar de residencia que sus contrapartes y por ende menores grados de delincuencia al tener más sentido de pertenencia del barrio y conocimiento de este.

Sin embargo, el texto plantea que todavía se necesita un trabajo detallado para reforzar la relación entre trayectos y las interacciones sociales entre las clases socioeconómicas y espacios físicos, pero que los datos son muy prometedores para medir comportamientos empíricos de movilidad y redes locales a nivel nacional. El sondeo también plantea que los efectos positivos de una red cohesionada no es algo que se de solo por las condiciones socio económicas o de educación, pero sí que se da más fácil en ese grupo dado sus comportamientos del día a día. Además, el autor destaca que este modelo sería fácil de replicar en otras ciudades.