Uber Technologies Inc. está en conversaciones avanzadas para vender una participación de US$1.000 millones en su costosa unidad de vehículos autónomos a un consorcio de inversionistas encabezado por SoftBank Group Corp., dijeron personas familiarizadas con los planes.
La transacción tasaría la división de vehículos autónomos entre US$5.000 millones y US$10.000 millones, y Uber conservaría una participación mayoritaria, dijeron las personas, que pidieron que no se revelara su identidad porque las conversaciones son privadas. Los planes no se han completado y podrían no concretarse.
SoftBank y Uber declinaron hacer declaraciones. El Wall Street Journal había informado sobre las deliberaciones el miércoles.
La venta de una parte del negocio de conducción autónoma le permitiría a Uber deshacerse de parte de un emprendimiento muy caro mientras concentra la atención de posibles inversores en una oferta pública inicial prevista para los próximos meses. La compañía de transporte particular aún no ha presentado la documentación financiera para la OPI, pero afirmó hace poco que había perdido una suma ajustada de US$1.800 millones el año pasado. La empresa ha gastado más de US$10.000 millones desde su creación, y el desarrollo de vehículos autónomos representa una parte considerable.
Además de la carga económica, el emprendimiento de vehículos autónomos ha tenido una historia tumultuosa. Uber conformó el primer equipo atrayendo a personal del laboratorio de Carnegie Mellon, lo que suscitó un fuerte rechazo de la comunidad académica. La empresa reforzó el proyecto con la adquisición de una startup de camiones autónomos, lo que derivó en una publicitada demanda de una compañía hermana de Google, la unidad de Alphabet Inc., que acusó a Uber de beneficiarse de secretos sectoriales robados. Lo más trágico sucedió hace un año, cuando un vehículo autónomo de Uber atropelló y mató a una transeúnte en Arizona.
Dara Khosrowshahi, el máximo responsable de Uber, ordenó que la compañía con sede en San Francisco retirara los autos de las calles durante buena parte del año pasado. Pero Khosrowshahi ha manifestado el deseo de continuar con el desarrollo de vehículos autónomos con la esperanza de que Uber lidere el camino a un posible futuro en el cual los robots reemplacen a los conductores humanos.
Uber evalúa desde el año pasado una transacción que incorpore inversores externos al negocio de conducción autónoma. El grupo de inversión que encabeza SoftBank, el mayor accionista de Uber, comprendería a otros inversores y tal vez a por lo menos una compañía automotriz, si bien no se han dado a conocer sus nombres.
En cierto sentido, se trata de una apuesta curiosa para SoftBank. El conglomerado de tecnología japonés acordó en julio invertir miles de millones en otra empresa de conducción autónoma, Cruise, de General Motors Co. Unos meses más tarde, SoftBank y otro inversor en Uber, Toyota Motor Corp., presentaron otro emprendimiento de conducción autónoma llamado Monet Technologies Inc. Pero considerando la fuerte apuesta que ha hecho por Uber, SoftBank estará dispuesto a hacer todo lo que pueda para impulsar el negocio.