El índice de Percepción de la Situación Económica (IPeSE) volvió a caer en octubre. Este mes se situó en 86,3 puntos, con una disminución de 4,7% en relación a septiembre, cuando sumó 90,61, además es su nivel más bajo desde diciembre de 2022.


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En comparación a octubre de 2022, el punto más bajo del periodo, se ve un leve aumento de 2% en el décimo mes del 2023. De acuerdo al Centro de Investigación de Empresa y Sociedad (CIES) de la Universidad del Desarrollo, el cual elabora este indicador de confianza, esto es consecuencia de una baja base de comparación, con un nivel de 84,62 en octubre del año pasado, después de alcanzar incluso más de 100 puntos a principios del 2022.

Así, CIES detalla que “con el indicador de octubre se observa más claro un estancamiento en la percepción económica en 2023. Si bien hubo algunas alzas, estas fueron compensadas totalmente por bajas en los últimos meses. Aunque en 2023 la percepción económica es levemente mayor a la que se experimentó en el año 2022 antes del plebiscito anterior, sigue estando más baja que previo a la pandemia, cuando el nivel de percepción económica era más optimista, rodeando los 100 puntos”, explica el informe.

Aún así, observando las variaciones en los promedios móviles por cada tres meses anualizadas, se puede observar que desde el 2022 la percepción de la situación económica se ha ido recuperando, con un 2023 que ha registrado más contribuciones positivas que el año pasado, con sólo dos marcas negativas en mayo y junio de -4,51 y -15,53 respectivamente.

En octubre específicamente, el IPeSE anualizado registró 17,17, superior al 15,11 de septiembre, y el 8,98 de agosto.

“Esto ratifica la idea de que en 2023 hemos enfrentado con mayor optimismo la situación económica, sin embargo, la percepción de esta situación económica sigue siendo más baja que en años anteriores. El mes de octubre muestra una contribución especialmente negativa en relación a lo que se ha observado en los otros meses del año 2023″, manifestaron desde CIES.

Panorama internacional

El Centro de Investigación también ha calculado en índice para otros países de la región como Brasil, Colombia y México, en búsqueda de “obtener una perspectiva regional y comprender los movimientos en las percepciones compartidas”, señala el informe. De esta forma, CIES ocupa un mecanismo en el que ajusta todos los indicadores en base 100 en junio de 2018 para poder observar con mayor claridad y detalle las trayectorias desde esta fecha, sin perjuicio del escenario previo.

El panorama entre estos países y Chile es similar, con una drástica caída en la percepción de la economía en el 2020, impulsada por los efectos de la crisis sanitaria, que se ha ido recuperando significativamente. En esta trayectoria, la diferencia radica en que México, Colombia y Brasil tardaron dos años en retornar a sus niveles previos al Covid-19, en tanto Chile sólo demoró un año alcanzándolo en febrero de 2022.

Pese a esto, posterior a su recuperación, Chile experimentó un retroceso que el resto de los países no tuvo.

Durante este año, por su parte, la tendencia se ha vuelto a equiparar entre los distintos países en estudio, es decir, se ha evidenciado una caída que se ha ido recuperando poco a poco. En este contexto, y con el mecanismo anteriormente mencionado, todos los países se encuentran en niveles superiores al 2018 (base 100).

Más en detalle, los datos a agosto, los últimos medidos por CIES, muestran que la recuperación la lidera México con 113,9 puntos, seguido de Brasil con 107 puntos. Más atrás se encuentra Colombia con 101,6 puntos y, en último lugar, Chile con 100,1 puntos.

De esta forma, el estancamiento de las perspectiva de la situación económica en nuestro país, se atribuye, en parte, a eventos particulares a lo que solamente Chile se ha tenido que enfrentar. “El proceso constituyente, en este periodo en que no se ha logrado cerrar, es un claro componente que ha mantenido estancado el indicador”, enfatizan desde CIES.

Pero también tienen implicancias en el desempeño nacional los “desafíos comunes al resto de los países analizados, como la crisis sanitaria en 2020 y un 2023 menos optimista para todos los países analizados. En consecuencia, efectos globales han bajado el índice de percepción, pero ventos locales lo han hecho persistente en el tiempo, ubicándolo aún en un lugar de pesimismo en relación al nivel que había en 2019″, concluye el informe.