La Unión Europea busca alcanzar un acuerdo de último minuto con Estados Unidos a fin de evitar exacerbar las tensiones comerciales mundiales en tanto el presidente Donald Trump se prepara para imponer aranceles a las importaciones de acero y aluminio a fin de mes.
"Estamos en el comienzo de una semana decisiva", dijo el lunes el ministro de Economía alemán, Peter Altmaier, a los periodistas en Bruselas. "Tenemos que tratar de evitar aranceles más altos si es posible y eso significa que estamos listos para alcanzar un acuerdo con los estadounidenses sobre los puntos que son necesarios para nuestro mutuo interés".
EE.UU. impuso en marzo un gravamen del 25% sobre las importaciones de acero y del 10% sobre las importaciones de aluminio, y otorgó a algunas regiones, incluida la UE, una prórroga temporal que expirará el 1 de junio. El bloque de 28 naciones ha amenazado con tomar represalias con impuestos sobre US$3.300 millones en productos estadounidenses si los aranceles entran en vigor. Washington ofreció la posibilidad de cuotas establecidas al 90% de las importaciones del año pasado como una alternativa a los aranceles, pero la UE ha dicho que solo aceptará un límite que no sea inferior al nivel del año pasado.
El secretario de Comercio de EE.UU., Wilbur Ross, y la comisaria de Comercio de la UE, Cecilia Malmström, se reunirán esta semana en un evento de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) en París, donde los ministros de comercio sostendrán intensas conversaciones antes de la fecha límite de exención. Y a pesar de que la UE ha dicho que no negociará con EE.UU. hasta que haya recibido una prórroga incondicional a los aranceles, Altmaier dijo que el bloque está dispuesto a discutir el comercio de bienes industriales y el reconocimiento de estándares.
Empleos en juego
"Tenemos que evitar un conflicto comercial porque todos sufren con ello, los ciudadanos en Europa al igual que los ciudadanos en EE.UU.", dijo Altmaier. "Muchos empleos también están en juego".
La determinación de Europa contra las acciones estadounidenses, que el presidente de la Unión Europea, Donald Tusk, ha descrito como "asertividad caprichosa", varía entre los estados miembros, ya que Alemania, dependiente de las exportaciones, ha adoptado un tono más conciliatorio que Francia. Además de la amenaza arancelaria, EE.UU. sacudió a las capitales continentales a principios de este mes tras anunciar que se retiraría del histórico acuerdo nuclear de Irán, el cual según todos los signatarios restantes -Rusia, China, Francia, Alemania y el Reino Unido, junto con la UE- afirman que está funcionando.
"Continuamos trabajando con nuestros socios de EE.UU. para evitar la confrontación", dijo Malmström el lunes, en una conferencia de negocios en Bruselas, de acuerdo con una copia de sus comentarios preparados. "Somos socios de libre comercio, pero no somos ingenuos, y seguimos las reglas multilaterales en cada paso del camino".
Un conflicto entre EE.UU. y la UE solo avivará las tensiones mundiales. EE.UU. ha propuesto aplicar aranceles sobre US$150.000 millones en importaciones chinas, ante lo cual Pekín ha dicho que se está preparado para tomar represalias. La administración Trump también abrió un nuevo frente al lanzar una investigación sobre si las importaciones de automóviles ponen en peligro la seguridad nacional.
"Aprovecharemos el tiempo desde hoy hasta el miércoles, hasta el comienzo de la conferencia de la OCDE, para hablar sobre un acuerdo que beneficie a ambas partes", dijo Altmaier.