Un 3% de la población en Chile bota su ropa a la basura cuando se daña y un 10% casi siempre lo hace. Mientras que de los que deciden reparar o modificar sus prendas, un 11% paga para que lo realice un profesional y un 20% lo hace por su cuenta. Estos son algunos de los datos que reveló una encuesta realizada por la consultora Cadenas de Valor Sustentables (CAV+S), por encargo del Ministerio del Medio Ambiente (MMA) entre el 29 de agosto y 11 de septiembre pasados, con el objetivo de tener un insumo para la Estrategia de Economía Circular para Textiles, iniciativa con la que el gobierno espera reducir la huella medioambiental de ese tipo de consumo. Para hacerse una idea, de los 436,1 kg de residuos sólidos urbanos producidos por cada habitante durante 2018 en Chile, alrededor del 7% correspondió a textiles, alcanzando las 572.118,9 toneladas anuales.
En ese sentido, el sondeo arrojó que en la categoría “Poleras, camisas, polerones y vestidos”, un 59% de los consultados posee entre 11 y 30 prendas, y un 9% tiene más de 50 (ver gráfico). A su vez, en “Pantalones, jeans, shorts y faldas”, casi la mitad (45%) dijo tener hasta 10 prendas. “En el último tiempo han quedado en evidencia las consecuencias que está teniendo para el país el sobreconsumo de textiles y la mala gestión de los residuos que estos generan, por lo que se hace indispensable avanzar en regulación que permita prevenir la contaminación de residuos textiles, así como fomentar su reutilización y valorización”, señala Maisa Rojas, ministra del Medio Ambiente.
Al respecto, la intención de la autoridad es que los textiles pasen a formar parte de la Ley de Reciclaje y Responsabilidad Extendida del Productor (REP), al igual como sucede con neumáticos, envases y embalajes (ya en curso), pilas, aceites lubricantes, artículos electrónicos y baterías. Por eso, estas cifras son un insumo para la incorporación de tales productos a la Ley REP.
En cuanto a los obstáculos que encuentran los encuestados a la hora de reparar sus productos textiles, 35% indicó que no tiene los conocimientos necesarios, 9% no posee el equipo o los materiales necesarios, 13% no sabe dónde reparar, 6% considera que es muy costoso, 3% no le interesa reparar y 24% afirmó que no encuentra obstáculos para reparar o modificar su ropa. “Al igual que con los demás productos prioritarios, se espera que la regulación incentive la innovación en el sector, promueva el ecodiseño de los productos textiles, fomente la reutilización y reparación, así como el desarrollo de plantas de valorización y reciclaje de estos residuos”, agrega Rojas.
En cuanto a la disposición de la industria del retail sobre lo que viene, la ministra del MMA sostiene que “es importante en esta materia que todos los actores de la cadena de valor se involucren”. En esa línea, esta semana se firmó el Acuerdo de Producción Limpia (APL) “Economía Circular en prendas de vestir de primera mano”, que es liderado por el gremio Cámara Diseña Sustentable y patrocinado por esta cartera.
El APL, que es gestionado por la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático (ASCC), busca que las empresas adheridas se preparen para la futura regulación. “El proceso se encuentra actualmente en su etapa de adhesión, por lo que es de nuestro interés invitar a todas las empresas que producen, importan y/o comercializan productos de moda o indumentaria de primera mano, a formar parte y sumarse a este APL ahora”, concluye Maisa Rojas.