Un fondo de emergencia de US$ 94.000 millones que puede ser utilizado sin supervisión parlamentaria ha sido calificado por los legisladores de la oposición como “dinero de bolsillo” del primer Ministro japonés Shinzo Abe, alarmados por un volumen que no tiene precedentes.

Abe ha dicho que los 10 billones de yenes (US$ 94.000 millones) permitirán al Gobierno actuar rápidamente para mitigar el impacto del brote de coronavirus, una “crisis de las que solo se da una vez en cada siglo” y que ha devastado la economía.

“Informaremos al parlamento de cómo gastamos el dinero según sea necesario y en el momento apropiado”, dijo Abe al parlamento el viernes.

Pero con una cantidad 20 veces superior a la habitual para un fondo de reserva - y aproximadamente igual a la cantidad que Japón gasta en educación y defensa juntas- el fondo incluso ha suscitado preguntas de los burócratas que tienen la facultad de decidir cómo gastar el dinero.

“Es horrible”, dijo un responsable del Ministerio de Finanzas. “Es un enorme cheque en blanco que dejaría a Japón con un mal precedente”, dijo un responsable, que habló con la condición de mantener el anonimato ya que no estaba autorizado a hablar en público.

El Parlamento japonés aprobó el viernes un segundo presupuesto extraordinario sin precedentes de US$ 300.000 millones, incluyendo el fondo de reserva, para financiar parte de un paquete de estímulo económico de US$ 1,1 billones.