Un hotel en Belén, la nueva apuesta de Elizabeth Kassis en Palestina
En la antigua casa de sus abuelos, la empresaria abrió hace algunas semanas Kassa, su primer hotel boutique en Medio Oriente. Aquí habla de las razones tras esta inversión familiar de US$ 1,2 millones, los días en que solo pudo ver el avance de las obras por Zoom y la experiencia de emprender en una zona ocupada. “Palestina necesita inversiones y se puede invertir ahí”, opina.
“Cuando conocí la casa de mis abuelos en 1996 sentí que algún día, en el futuro, sería bonito recuperar esa casa para nuestra familia. Los años pasaron y 20 años después, en 2016, cuando volví a Palestina sentí exactamente lo mismo”. Así Elizabeth Kassis cuenta la génesis de Kassa, el hotel boutique que a un costo de U$$1,2 millones acaba de inaugurar en la Ciudad Vieja de Belén.
“Partimos el 1 de junio y ya hemos recibido pasajeros. Lo que ellos manifiestan es que en sus vidas hay un antes y un después de visitar Palestina”, cuenta entusiasmada sobre este proyecto que comenzó ese mismo 2016, cuando la empresaria que dirige el Criadero de Caballos Santa Ana decidió convencer a su familia de recuperar el hogar ancestral de donde hace más de 80 años salieron los Kassis y los Sabag hacia América del Sur.
Elizabeth (48) es hija del empresario Alberto Kassis y de Ana María Sabag. Su hermana Soraya fue elegida el mes pasado como nueva consejera de la Sofofa -obtuvo la primera mayoría- y su familia controla CIAL alimentos (que produce las cecinas San Jorge, La Preferida y Winter), además de negocios inmobiliarios.
Se encontraron con que la propiedad, una tradicional casa de la zona, ahora tenía tres dueños diferentes, por lo que fueron comprando de a poco. Partieron con un centro de estudios y de investigación para la diáspora -Dar Al Sabagh- dedicado a conservar la historia de las familias que dejaron Palestina, hasta que a principios de 2020 comenzaron las obras.
Entre medio, Elizabeth Kassis fue y volvió varias veces de Belén, para presentar una película (“Artax, un nuevo comienzo”, dirigida por el argentino Diego Corsini y protagonizada por Gonzalo Valenzuela y Celeste Cid) y grabar un programa de turismo (Tierra Palestina) que se emitió por La Red. Allí se dio cuenta de la falta de hoteles boutiques en la zona. De vuelta en Chile comenzó a armar su proyecto: se asesoró con la firma de consultoría en hoteles Kontempla, la oficina de arquitectos de Alessandro Zoffoli y en paralelo comenzó a trabajar con Invest Palestine, la firma de promoción de inversiones en Palestina.
El reconocido chef franco-palestino, Fadi Kattan, quien en abril abrió el ahora afamado restaurante Akub de Londres, se hizo cargo de las operaciones de Kassa Hotel.
Vivir con vecinos reales
Kassis, quien también es artista visual y coleccionista de arte, decidió diseñar ella misma el mobiliario y la decoración del hotel, manteniendo la línea con la arquitectura tradicional palestina. Recurrió también a los recuerdos de las conversaciones con sus abuelos y el archivo familiar para tratar de recrear de la mejor manera el ambiente.
Los muebles los fabricaron allá artesanos locales y desde Chile salió parte del equipamiento. A medida que el proyecto iba avanzando, sus primos Víctor y Eduardo Sabag (representantes en Chile de Cannon), se fueron entusiasmando con la idea y aportaron el equipamiento para las seis habitaciones, cuyos precios parten en US$ 250 la noche. Desde el Haras también salieron las fotos de algunos caballos que adornan las paredes.
“Queríamos que los invitados tuvieran la experiencia completa de lo que significa vivir en una casa palestina con vecinos reales, que es una experiencia muy única”, resume la empresaria sobre el concepto del proyecto que tuvo que pasar por varias autorizaciones antes de ver la luz, ya que está ubicado en la zona patrimonial de Belén. “Ha sido cuidadosamente restaurado para preservar su belleza original para que quedara como era originalmente, respetando la arquitectura interior, cerámicas y baldosas y todo lo original que se pudiera restaurar, pero con las comodidades que muchas veces en Palestina no existen”, añade.
En medio del conflicto
El inicio de las obras coincidió con la pandemia de Covid-19 que mantuvo a Kassis dirigiendo el proyecto por Zoom. “Con las fronteras cerradas, lo tuvimos que hacer todo a distancia. Yo recién pude volver en abril de este año. Fue muy desafiante, además, entender la forma de trabajo que hay allá. Hay que entender que culturalmente y por la ocupación en la que viven, los palestinos viven el día a día, les cuesta mucho proyectarse. Trabajar con una carta Gantt fue imposible. Sin embargo, logramos muchas otras cosas”, comenta.
Kassa está ubicado en la famosa calle de la Estrella de Belén, la misma por la que hace más de dos mil años caminaron María y José hacia el lugar del nacimiento de Jesús y que hoy es parte de las rutas de las peregrinaciones cristianas. Debido al conflicto con Israel, ha pasado por períodos de altos y bajos, aunque ahora hay una decisión municipal de revitalizarla.
La alcaldesa de Belén, Hanna Hanania, dijo al sitio Arab News que el hotel contribuirá a la reactivación de esa zona de la ciudad y sus intentos por atraer inversionistas, para lo cual todas las fachadas de las casas han sido restauradas, mejoraron la iluminación y los pavimentos.
“Yo siento que es mi deber hacia Palestina y demuestra a los palestinos que viven en la diáspora que se puede hacer un vehículo de inversión e invertir en Palestina. Durante mucho tiempo nosotros hemos creído que Palestina es una zona que necesita ayuda como de beneficencia y lo que necesitan es inversión, reconstruir su país y salir adelante”, dice Kassis.
¿Afectó el conflicto a la realización del negocio?
-No se pueden desconocer los más de 70 años de ocupación y eso es independiente de la visión que uno pueda tener del tema. Y la ocupación se siente y se vive todos los días en Palestina, cuando tú estás allá y ves la resiliencia con que viven los palestinos y su alegría de vivir. Nadie entiende la ocupación si es que no ha estado o vivido en Palestina. Es algo supercomplejo. Siempre fue una variable a considerar, sin embargo, yo no podía poner la vida de mi proyecto en manos de esta variable porque resulta que Palestina ha estado 70 años tratando de salir de la ocupación y nos podíamos pasar 70 años más en la misma situación. Tenemos que vivir y seguir viviendo y mostrar lo linda que es Palestina ahora.
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