River Plate cerró el campeonato argentino hace una semana impidiendo la coronación de Racing Club y facilitando el título de su archirrival, Boca Juniors. Fue un final de infarto. A tres minutos del término, Racing perdió un penal que le daba la victoria y, acto seguido, River le encajó el 2 a 1 que sepultó definitivamente sus pretensiones. En esos pocos minutos, muchos apostadores debieron haber ganado y perdido dinero. River estaba involucrado en el juego de dos maneras. Una, peleando por su honor deportivo. Dos, en su camiseta: su sponsor oficial desde julio es una empresa de juegos online de origen español que se abrió en el Nasdaq, de Estados Unidos, hace un año, y que lo hizo con un extenso registro de accionistas que incluía a varios chilenos. Se llama Codere Online y, en 12 meses, ha perdido casi tres cuartos de su valor.
Codere es un grupo de juegos de azar y apuestas deportivas de origen español, con presencia en siete países: España, Italia, Argentina, Uruguay, México, Colombia y Panamá. Opera máquinas de juego, puestos de bingo y terminales de apuestas deportivas en salas de juego, bares e hipódromos. El año pasado facturó 791 millones de euros. En 2014 creó una filial de juegos online, la que el año pasado llegó al Nasdaq vía fusión con la SPAC (Special Purpose Acquisition Company) DD3 Acquisition Corp II.
El anuncio se hizo en junio de 2021 y el debut en el Nasdaq se materializó en diciembre. Para hacerlo, Codere Online consiguió nuevos recursos: el anuncio oficial detalló que recaudarían fondos por US$67 millones a través de cuatro inversores institucionales: DD3 Partners, Baron Funds, MG Capital y Larrain Vial. El negocio lo organizó la mexicana DD3, a cuya propiedad ingresó LarrainVial como minoritario en 2018. “El acuerdo alcanzado valora la filial online en US$ 350 millones de valor de empresa o 2,3 veces los ingresos estimados de Codere Online en 2022, de aproximadamente US$150 millones”, comunicaron las partes con el anuncio.
Para completar el capital, LarrainVial invitó a varios inversionistas chilenos. Un reporte en la Secuties and Exchange Commission (SEC) de Estados Unidos identifica a 122 inversores, de los cuales 44 registran domicilio en Chile. Si se calcula el número de acciones adquiridas para la apertura bursátil por los inversionistas chilenos, y el valor por acción con que debutan las SPAC en Estados Unidos, de US$10 por título, los chilenos aportaron unos US$6 millones, en una atomizada y diversificada inversión colectiva, pero separada.
Entre los nuevos accionistas hay varios ejecutivos de la gestora chilena, partiendo por su socio principal, Leonidas Vial Echeverría, quien se inscribió, según los reportes de la SEC, con 50 mil acciones, equivalente a cerca de medio millón de dólares. También figuran varios otros históricos ejecutivos del banco de inversión, como José Miguel Barros, Felipe Porzio, Sebastián Bulnes y Felipe Errázuriz.
También hay varios ejecutivos y exejecutivos de empresas, como el gerente general de Celulosa Arauco, Cristian Infante; el gerente de negocios hogar de Falabella Retail, Diego Romero; y una sociedad ligada a Eduardo Ricke, exejecutivo de Endesa y Colbún.
Hay empresarios de regiones y profesionales como el economista Pablo Trivelli, y los hermanos Francisca y Pedro Dusaillant Lehman, accionistas de la viña del mismo nombre.
Y también algunos inversores más institucionales, como el fondo CHL Absolute Return FIP, gestionado por la CHL Capital, de Canio Corbo, Tomás Hurtado y Nicolás Larraín, que tomó una ficha de 25 mil acciones. O como el family office de Patricia Angelini, Inversiones Amarena Limitada, con una apuesta por 30 mil acciones de Codere Online.
Para los chilenos, sin embargo, no ha sido un buen negocio. Algunos ya vendieron sus posiciones y otros las mantienen, en espera de la recuperación de la industria del juego.
El precio de la acción ha caído más de 70% en los últimos 12 meses, a un valor unitario que esta semana se transó a US$2,7, y una capitalización bursátil levemente superior a los US$120 millones.
Una mala apuesta.
Los negocios de Codere
La operadora de juegos online tiene presencia en Latinoamérica, pero no está en todos los países. Según sus balances financieros del primer semestre de 2022, las ventas de Codere Online, una empresa con base en Luxemburgo, sumaron 54 millones de euros, un 33% más que en la primera mitad de 2021. Su principal mercado es España, con 27,3 millones de euros, seguida por México, con 22 millones de euros, y Colombia, con 3,6 millones de euros. En la primera mitad del 2022 contabilizó 103 mil jugadores activos, un 26% más que hace un año, con tercios casi equivalentes para España, México y Colombia. Las pérdidas netas ascendieron a 16,8 millones de euros entre enero y junio.
El año pasado, la firma declaraba que pretendía ampliar su presencia a Argentina, iniciando operaciones en Buenos Aires a fines de 2021. En agosto de este año comenzó a tramitar una licencia para ingresar a Córdoba. Su apuesta por Argentina, donde el grupo Codere opera salas de juego, se reforzó a fines de julio, cuando se convirtió en el sponsor oficial del Club Atlético River Plate, un auspicio en su camiseta que mantendrá hasta 2025. En México, Codere auspicia al Club de Fútbol Monterrey Rayados. Y en España, el grupo matriz ha patrocinado al Real Madrid.
En Chile participa un alto número de plataformas online que auspician clubes de fútbol y cuya expansión ha generado un debate regulatorio que los enfrenta con la Superintendencia de Casinos y los operadores como Dreams y Enjoy, los que han llevado a esos actores virtuales a la justicia penal.
Codere no tiene operaciones en Chile, pero sí tenía al país en la mira. La memoria del grupo de 2021 ligaba su apertura en el Nasdaq a su expansión por la región. “El cierre de esta importante operación permite a Codere contar con recursos suficientes para alcanzar el fuerte potencial de crecimiento que presenta su oferta online, tanto en los mercados donde ya está presente como más adelante en otros nuevos, como podrían ser Perú, Chile o Brasil, según vayan regulando la actividad de juego”, declaraba en el documento.
La baja en el precio de las acciones, dicen inversores chilenos que apostaron por la casa de apuestas, va en línea con la caída global en el valor de este tipo de compañías, así como el deterioro del Nasdaq, el índice tecnológico que, en 2022, reporta un retorno negativo de casi un 40%. La apuesta, si los chilenos quieren recuperar parte de su inversión, deberá seguir abierta.