"El Directorio Ejecutivo ha decidido elevar la tasa Repo de –0,25% a 0%. El pronóstico para la tasa Repo no cambia y se espera que la tasa 0% en los próximos años". Con este anuncio conocido más temprano hoy el Riskbank, el banco central sueco, puso fin a media década de crédito bajo cero.

Como recordó Bloomberg, el Riksbank fue una vez castigado por el premio Nobel Paul Krugman por lo que llamó una política "sadomonetarista" de endurecimiento y ahora está arriesgando una controversia similar nuevamente por haber llevado a cero su tasa clave a pesar de la evidencia de una desaceleración de la economía nórdica.

El banco central de Suecia, que tiene su propia moneda -la corona- y no pertenece a la eurozona, había sido el primero, en 2015, en bajar las tasas de referencia hasta índices negativos.

Pero, de hecho, ,la institución con sede central en Estocolmo tomó el paso más audaz de una tendencia que apunta a que más bancos centrales alrededor del mundo han terminado de flexibilizar la política monetaria, por ahora: Japón y Taiwán dejaron las tasas de interés sin cambios, Noruega se dejó un poco de margen y el Banco de Inglaterra mantvo su punto de referencia sin cambios.

Así, el Banco Central Europeo, el Banco Nacional de Suiza, el banco central de Dinamarca y el Banco de Japón son las instituciones restantes que actualmente mantienen política bajo cero como un elemento central de su posición monetaria.

"El movimiento sueco puede ser visto con intriga por aquellos contrapartes que buscan pistas sobre cómo podrían revertir sus propios tasas de interés negativas en el futuro, si surge la necesidad", indicó Bloomberg.

El caso de Chile

En Chile, por cierto, es distinto, enfrentado al escenario social más desafiante en décadas recientes.

Como se acaba de mencionar en la Minutas de la Reunión de Política Monetaria de este mes, todos los consejeros coincidieron en que la opción de mantener la tasa referencial TPM en 1,75% dominaba a cualquier otra alternativa, en primer lugar debido a que el grado actual de expansividad monetaria se estimaba coherente con la debilidad cíclica de la economía, con el alto nivel de incertidumbre respecto de su evolución futura y con el programa de estímulo fiscal que el Gobierno había anunciado en días previos.

Además, los consejeros estimaron que era necesaria una coherencia entre la intervención cambiaria -el histórico programa por US$ 20 mil millones vigente hasta mayo-  y la política monetaria limitaba el espacio para reducciones de la tasa durante los próximos meses, toda vez que especulaciones respecto de esto último podrían generar el tipo de volatilidad que la intervención buscaba evitar.

Y, a diferencia del Riskbank, en Chile se han descartado opciones que elevaran la TPM por considerarlas que serían inconvenientes, dado que el escenario del IPoM no contemplaba alzas por un tiempo relevante, incluso considerando el impacto de corto plazo de la depreciación del peso -que se ha moderado desde el inicio de la intervención- sobre la inflación.