Un profesor de historia, hijo de almaceneros y discípulo del exmandatario José “Pepe” Mujica, cristalizó el deseo de la izquierda uruguaya de volver al poder el domingo pasado. Sin embargo, la llegada de Yamandú Orsi, quien desbancó al candidato oficialista de centroderecha Álvaro Delgado, y que representa al partido Frente Amplio, ha estado lejos de generar nerviosismo en los mercados.

Orsi, considerado, un candidato “moderado” de izquierda disputó una reñida segunda vuelta marcada por la similitud en las propuestas de ambas cartas presidenciales y por el común diagnóstico de los problemas políticos y sociales del país. En medio de una economía que se ha expandido a un ritmo de apenas un 1% durante la última década y una crisis de seguridad en las urbes uruguayas, los dos contendores se esmeraron en centrar sus mensajes en cómo recuperar el crecimiento, atacar la pobreza infantil y acabar con el crimen organizado, entre otros.

Impulsado por una campaña por atraer inversión extranjera al país, Uruguay se ha transformado en un destino predilecto de muchas empresas de la región durante los últimos años, entre ellas varias chilenas, atraídas por la seguridad jurídica y la estabilidad política. En el caso chileno, al interés creciente por el sector inmobiliario y la compra de tierras en el campo uruguayo de muchos privados, se suman las inversiones de empresas como Arauco (planta de celulosa), Enjoy (casino en Punta del Este), el grupo Schiess (hoteles) y CCU (negocio de bebidas y aguas minerales) desde hace más de una década, entre otras.

El electo presidente uruguayo Yamandú Orsi es reconocido como moderado en el Frente Amplio, y discípulo del exmandatario José "Pepe" Mujica.

Un alto ejecutivo chileno que hoy reside en Uruguay es el reconocido gestor y socio de Moneda Asset Management, Fernando Tisné. Luego de la fusión de Moneda con el fondo brasilero Patria Investments en 2021, Tisné (también socio de Patria) decidió radicarse en la capital uruguaya para gestionar una sede clave de los negocios de Moneda Patria Investments.

Para el economista asociado a Grupo Security, el uruguayo Aldo Lema, la reciente elección en ese país ha ratificado la buena “calidad de la política” uruguaya, lo que influye en el clima de negocios y en las políticas públicas que se adoptan. Reconoce que la campaña terminó jugándose “en el centro de la cancha” en materia de ideas, dado que ambos candidatos pertenecían a los sectores más moderados de cada coalición.

“En primer lugar, en Uruguay los presidenciales convergieron en el centro durante la campaña. También diría como resumen que la alternancia en el poder que se generó no parece traumática y, además, hay cierto diagnóstico común sobre cuáles son los principales los problemas del país. Incluso, hubo hasta algunas coincidencias en las soluciones por parte de los candidatos”, resume Lema, quien añade que lo más probable es que la nueva coalición que gobernará Uruguay estará forzada a buscar acuerdo con la futura oposición, ya que no tiene mayoría parlamentaria. Aunque en el Senado posee un respaldo mayor, el principal reto estará en la Cámara de Diputados, donde el Frente Amplio cuenta con 48 bancas de un total de 99.

Aldo Lema, economista uruguayo asociado a Grupo Security.

Fundado en 1971 por Mujica y otros guerrilleros de la época, el Frente Amplio uruguayo está compuesto por el mayoritario Movimiento de Participación Popular (al que pertenece Orsi), el Partido Socialista y el Partido Comunista, entre otras coaliciones de izquierda. El conglomerado ocupó la Presidencia de la República entre 2005 y 2020 con Tabaré Vázquez y José Mujica como mandatarios.

“El Frente Amplio de los años 90 en Uruguay estaba a la izquierda, por ejemplo, de lo que fue la Concertación en Chile. Sin embargo, cuando llegó al gobierno, en 2005, se empezó a parecer mucho a la Concertación chilena. Ser gobierno los volvió más pragmáticos. Se movieron hacia el centro desde el punto de vista de las políticas públicas y de ahí se quedó en esa posición y no se izquierdizó”, describe Lema.

Así, el economista asociado a Grupo Security dice que el nuevo escenario político para los inversionistas extranjeros no debiera ser “traumático”.

Sin embargo, Lema cree que un posible empeoramiento del contexto externo para la región en los próximos años puede generar vulnerabilidades fiscales y frustrar las expectativas de mejoría social de los votantes de la coalición del futuro gobierno. “El panorama económico para Uruguay podría ser complejo en la segunda mitad de la década. Ahí la duda es cómo se reacciona ante estas expectativas altas que tienen los votantes y la especie de nostalgia del boom de los commodities que el Frente Amplio capitalizó muy bien en anteriores gobiernos”, matiza Lema.

Claudio Sapelli, profesor investigador Faro UDD.

Crecimiento en la mira

Claudio Sapelli, profesor investigador de Faro UDD, también habla sobre la prudencia que caracterizó la campaña presidencial y destaca la temprana nominación del ministro de Economía y Finanzas (Hacienda) del futuro gobierno, Gabriel Oddone, como una señal de sensatez.

“Ellos quisieron dar la señal correcta de que no iban a mover el barco (con el nombramiento de Oddone), lo que es creíble porque gobernaron 15 años y, durante ese periodo, la política macro fue siempre buena, responsable. Estuvieron preocupados de los equilibrios macro, de la inflación”, afirma Sapelli, quien cree que la única forma de que el país avance es con crecimiento económico. “Hay un consenso de que hay que crecer, porque, de lo contrario, habría que hacer ajustes”, sostiene el también economista uruguayo.

De hecho, las primeras declaraciones de Oddone como futuro ministro apuntaron a potenciar el estancado crecimiento de Uruguay, a la reducción de la pobreza y a “redefinir la matriz de protección social”, sin descuidar la estabilidad macroeconómica y la confianza en las instituciones. Oddone es doctor en Historia Económica de la Universidad de Barcelona y economista de la Universidad de la República (Udelar).

El economista y director ejecutivo del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres) en Uruguay, Ignacio Munyo, se une en destacar la nominación de Oddone a cargo de las finanzas públicas y dice que Orsi es visto como un líder pragmático y con cercanía al mundo privado.

“El partido al que pertenece Orsi es de una izquierda más pragmática. Como intendente (de Canelones por dos periodos) tuvo una gestión muy pragmática con el mundo empresarial, se desarrollaron muchos negocios al simplificarle la vida a los empresarios y no complicársela. Es amigo de la inversión, no enemigo”, sostiene Munyo.

Ignacio Munyo, director ejecutivo del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres) en Uruguay.

El experto uruguayo también cree que uno de los principales desafíos de la economía uruguaya es lograr mayores niveles de crecimiento. “Durante la campaña presidencial se enfatizó mucho en el tema del crecer más. Uruguay necesita acelerar la tasa de crecimiento de la economía, la que ha estado planchada. En la última década la tasa de crecimiento anual es de 1%, lo cual es muy poco”, añade el economista, quien además considera que la realidad uruguaya no permite más deuda pública ni mayor carga tributaria.

“Otro desafío es cómo redistribuir el gasto público. Uruguay necesita una transformación de gasto público para hacerlo más eficiente”, concluye Munyo.