Con la presencia de inversionistas e interesados, ayer se dio a conocer los lineamientos del primer banco ético de Chile, que proyecta préstamos por US$1.000 millones para los próximos 10 años. El objetivo de este tipo de bancos es buscar darle otra mirada a este negocio tradicional, con préstamos en proyectos que generen un impacto positivo en el mundo en áreas de educación y cultura, desarrollo e inclusión social y naturaleza y medioambiente al 2030. Esto, siguiendo el modelo de Triodos Bank, el referente a nivel mundial.
El proyecto, que comenzó con su prototipo en 2016, ayer presentó el camino para crear el primer banco. "Hacia donde el banco hace fluir el dinero, es el tipo de sociedad que crea. Las plantas termoeléctricas, las empresas que destruyen el medioambiente, existen porque los bancos las financian. La banca ética se trata de que cuando le paso el dinero al banco lo presta con criterios éticos de inversión", dijo el director ejecutivo Fundación Dinero y Conciencia, Sebastián Cantuarias.
La iniciativa actualmente es impulsada por la Fundación Dinero y Conciencia y Doble Impacto, junto a Sistema B y la Fundación Avina. Estos están levantando financiamiento, que a la fecha ascendiente a US$3 millones de los US$49 millones que necesitan entre las exigencias de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) para operar como banco y para fortalecer la creación de instrumentos ágiles, como fintech y fondos de inversión, para crecer en la región. La idea es que en 2034 tener un fuerte posicionamiento en las grandes ciudades de las zonas del El Caribe, Pacífico Sur, Amazonia y del Río de la Plata. En Chile, Sao Paulo, Montevideo y Bogotá operará el grupo financiero.
El fin de cambiar del crowdlending al de la banca, es para poder acceder a todos las herramientas y facilidades que tienen los bancos sobre instrumentos de inversión, explica Cantuarias.
Desde quienes encabezan esta forma de hacer negocios, explican que este banco tiene proyectado entregar una rentabilidad sobre el capital de entre 7% y 10% a los inversionistas que solo accederán a derechos económicos sobre la rentabilidad del negocio del banco. Esto, para garantizar que la dirección de la empresa quedará a cargo de los impulsores del proyecto y no se llegue a perder el objetivo de impulsar proyectos que tengan un impacto positivo y que la sostenibilidad financiera de la empresa se mantenga.
El directorio del banco estará conformado por una mezcla de expertos del sector bancario con personas de trayectoria en educación, en vivienda social, cambio climático, comercio justo, entre otros sectores claves de inversión para la iniciativa. De este grupo, 10 de 24 son mujeres, en línea con la mirada de género que busca impulsar la empresa. Entre los nombres se encuentra el exsubdirector general de Triodos Bank, Joan Melé, Liliana Manns, Nicola Borregard y Cantuarias.
Próximos pasos
La banca ética completó la primera etapa de forma positiva y ahora entregará la hoja de ruta a inversionistas interesados a nivel global, bancos de impacto en Europa y Norteamérica y los fondos de inversión, con los que se inició un proceso de evaluación y posterior compromiso de inversión. Para este año y el próximo es levantar US$4 millones y después, con la autorización provisoria aprobada, levantar US$42 millones para cumplir con los requerimientos financieros de la CMF, luego tener la autorización de funcionamiento para 2022 destinado a empresas y para el 2027 ser una banca para personas.