Los antibióticos son parte fundamental dentro del proceso de producción de la industria salmonera como método de control de enfermedades. Sin embargo, su uso excesivo ha generado intensos debates a nivel mundial, dados los efectos de resistencia que podría generar en los humanos.
Por ello, la industria ha ido disminuyendo la cantidad de antibióticos utilizados en los cultivos, dato que se recogió en la cuarta versión del Informe de Sustentabilidad 2018, elaborado por SalmonChile.
Según el documento, el año pasado el promedio de uso de antibióticos de las 15 empresas asociadas al gremio alcanzó los 333,2 gramos por tonelada de salmón cosechado, lo que representa una disminución de 24% respecto de 2017 (ver infografía). Se trata además de la cifra más baja de los últimos cinco años, con una caída de alrededor de 40%.
"Si en 2014 se utilizaban 558,1 gramos de antibiótico por cada 1.000 kilos de salmón cosechado, en 2018 se usaron 333,2 gramos por tonelada producida", detalló Esteban Ramírez, gerente general del Instituto Tecnológico del Salmón (Intesal), quien agregó que las nuevas tecnologías utilizadas en la industria han permitido avanzar en estas reducciones.
Actualmente, la industria cuenta con un acuerdo, firmado en 2018, con la ONG internacional experta en océanos Monterey Bay Aquarium, que busca reducir en un 50% la utilización de antibióticos a 2025.
Por otro lado, el 84,3% de la biomasa del periodo fue certificada por algún ente internacional (Aquaculture Stewardship Council; Best Aquaculture Practices y Global GAP), lo que equivale a que más de 650 mil toneladas de salmón se produjeron "bajo los mejores estándares internacionales de sustentabilidad", comentaron en SalmonChile.
"La industria lleva dos años de trabajo silencioso, transparente y de cara a las comunidades. Este informe muestra la decisión con que las empresas se han propuesto el trabajo para tener una acuicultura más sustentable y preocupada por el medio ambiente. Este es el camino que nos hemos fijado y con el que miramos la salmonicultura del futuro", indicó Arturo Clémet, presidente de SalmonChile.
Indicadores
La tasa de mortalidad es el indicador que mide la salud de los peces en cultivo. De acuerdo con el reporte, los asociados a SalmonChile promediaron una tasa de mortalidad de 4,3% para 2018, lo que representa un alza de un punto porcentual respecto de 2017, aunque ambos años son las tasas más bajas reportadas desde 2013, excluyendo la mortandad masiva de 2016, producto de la floración de algas nocivas (bloom de algas).
Misma situación registraron los escapes, que pasaron de 212.562 peces fugados (tras la gestión de recaptura) en 2017, a 47.216 en 2018. Durante ese periodo, tres de las 15 firmas registraron fugas, siendo Ventisqueros y Cermaq Chile las que concentraron casi la totalidad de los escapes (ver tabla).
Los escapes pueden generarse por factores como ataques de lobos marinos, robos, vandalismo o condiciones climáticas adversas, así como también por mala gestión en el proceso de cambio de mallas o colisión accidental de embarcaciones.
En cuanto al pago de patentes acuícolas, durante 2018 el monto de las empresas ascendió a $10.141 millones, unos $958 millones más que en 2017 y la mayor cifra de los últimos seis años.
"Todos los indicadores que evalúa este informe son reflejo de que la salmonicultura es parte de la solución y no del problema. En un mundo con cambio climático y escasez de proteínas saludables, el salmón juega un rol fundamental para mirar el futuro. Por eso nuestra procuración por ser cada vez más sustentables en la producción de esta proteína saludable y con baja huella de carbono", sostuvo Clément.