Embotelladora Andina registró un descenso de 11,3% en sus ganancias del primer semestre al acumular $43.276 millones. Sin embargo, esto esconde números que muestran un nmayor dinamismo.
Los primeros seis meses la compañía anotó un volumen de ventas consolidado de 390,8 millones de cajas unitarias, lo que representa un aumento de 16,5% interanual. Las ventas netas consolidadas, en tanto, sumaron $959.366 millones, es decir un aumento de 18,5% en 12 meses.
Además, durante el segundo trimestre, detalla la firma, el volumen de ventas consolidado de Coca-Cola Andina alcanzó los 178,4 millones de cajas unitarias, un crecimiento de 29,9% respecto del mismo período del año anterior. Por su parte, las ventas netas consolidadas alcanzaron $441.603 millones, un incremento 41,4% interanual. Así, la ganancia atribuible a los propietarios de la controladora en el trimestre llegó a $1.486 millones, un alza de 14,1%.
“En un trimestre en que vimos aumentos en las restricciones a la movilidad que han sido implementadas por los gobiernos de los países en que operamos, volvemos a crecer y de manera significativa. Más que recuperamos los volúmenes de 2019 en Chile y Brasil, mientras que en Argentina y Paraguay estamos llegando al nivel prepandemia”, dijo por escrito el vicepresidente ejecutivo de Coca-Cola Andina, Miguel Ángel Peirano.
Además, afirmó que “a mediados de julio lanzamos la marca de cerveza Tiger en Brasil. Esta es una marca de Heineken que es líder en su segmento en Asia, y creemos que junto con las demás marcas y actividades que nos hemos propuesto realizar, este lanzamiento contribuirá al recupero de los volúmenes de venta que dejaremos de distribuir en virtud de la implementación del nuevo acuerdo con Heineken, que estimamos esté operativo hacia septiembre de este año”.
La compañía explicó que los costos de ventas subieron 44%, “lo que está explicado principalmente por (i) el mayor volumen vendido, (ii) el cambio en el mix que se dio en Brasil y Chile hacia productos de mayor costo unitario, como cervezas, (iii) un mayor costo de azúcar y PET en Argentina y Brasil, y (iv) la devaluación del peso argentino respecto del dólar, que impacta los costos dolarizados. Lo anterior fue parcialmente compensado por el efecto de conversión de cifras de Argentina, Brasil y Paraguay y la apreciación del peso chileno sobre los costos dolarizados en Chile”.