Veremos que es asunto que trasciende lo económico-financiero y de mercado y, probablemente, es de las especialidades más desafiantes y escasas. El interés habitual para valorizar se anida en propósitos de compra o venta de compañías, aumentos de capital, e incluso para garantizar créditos. Sin embargo, la motivación de las Empresas Familiares comprende intereses adicionales de gestión patrimonial tales como plasmarlas en sus protocolos, planificar herencia, sucesión en la dirección, particiones patrimoniales y, obviamente, en liquidaciones.

Las reglas universales que se utilizan para determinar el valor de empresas son ampliamente conocidas. Pero otro cantar son las características de Empresas de Propiedad Familiar, en las que encontramos en primer término una estructura de capital poco parametrizable (ad-hoc al perfil de cada familia); luego, sentimientos de valoración relativa de sus activos, y por último, el peso específico de sus propietarios-gestores en el valor de mercado es probablemente un marcador muy decidor siendo un "casi imposible" disociar el cash flow del valor del propietario. Por ello pregunto repetidamente "¿Cuánto vale su empresa, SIN Ud. al timón? Este elemento considerado erróneamente atávico por ciertos agentes constituye una tremenda fortaleza. Es una virtud comprobada constatar que en largos plazos los esfuerzos son mucho más consistentes y efectivos que los vaivenes originados por la rotación de ejecutivos en las sociedades de mero interés de capital.

Otrora fortaleza histórica era el uso del apellido familiar como su distintivo de marca, que durante esta década se ha visto en retirada. Símbolo inequívoco del compromiso ético de las familias en los mercados y por tanto trascendente en su valor. Tanto así, que son numerosos los ejemplos de empresas que fueron traspasadas de propiedad y que los han mantenido. Por ello instituimos el concepto de "Apellido-Marca".

Qué duda cabe, concluyendo, la valorización de empresas familiares corre por una vertiente diferente. Plataforma de evaluación, afán, criterios decisionales deben calibrarse acorde a estándares no convencionales y los múltiplos financieros pertinentes habrá que construirlos ya que los tradicionales los veo como meras estadísticas longitudinales.