Venezuela se está quedando sin espacio para almacenar su crudo manchado de sanciones, que pocos se atreven a comprar. En consecuencia, el país latinoamericano está teniendo que reducir la producción en un momento en el que el mundo está sediento de petróleo pesado y sulfuroso.

Buques cisterna con 8,36 millones de barriles de crudo venezolano por valor de más de US$500 millones esperan en las costas mientras la nación intenta encontrar compradores a su petróleo tras las nuevas sanciones de Estados Unidos en enero. Una flota de 16 barcos lleva cargamentos de Petróleos de Venezuela SA, Chevron Corp., Valero Energy Corp. y Rosneft Oil Co PJSC, de acuerdo con informes de envío y datos de seguimiento de buques recabados por Bloomberg.

Sociedades petroleras propiedad de PDVSA junto con Rosneft, Chevron, Total SA y Equinor ASA, cuyos mejoradores convierten el crudo venezolano similar al alquitrán en petróleo que las refinerías pueden procesar, han reducido las tasas de producción esta semana porque se quedaron sin espacio para almacenar crudo, según personas con conocimiento de la situación. Con pocos compradores dispuestos a recibir petróleo de PDVSA, la alternativa era guardar parte de ese petróleo en buques para despejar espacio y continuar operando a tasas más bajas.

La acumulación de barcos y la creciente dificultad para mantener en funcionamiento sus mejoradores de petróleo subrayan el impacto que están teniendo las sanciones de Estados Unidos en PDVSA. Los envíos a Estados Unidos, en el pasado el mayor cliente de Venezuela, han desaparecido. Sin acceso al sistema financiero de Estados Unidos, del que dependen muchas refinerías y empresas comerciales para financiar sus compras, PDVSA está teniendo problemas para encontrar otros compradores además de India y China, a quienes les debe petróleo como pago por préstamos pasados.

El mejorador de la empresa conjunta PDVSA-Rosneft Petromonagas no está procesando petróleo después de quedarse sin espacio para almacenar su producción, dijo una persona con conocimiento de la situación. La empresa Petropiar de PDVSA-Chevron ha reducido la producción por la misma razón, dijeron otras personas. Petrocedeno, una empresa de PDVSA-Total-Equinor, se está quedando sin petróleo para procesar ya que la prohibición de venta de nafta pesada a PDVSA ha dificultado el envío de petróleo pesado a través de oleoductos desde el interior hacia el mejorador, dijo otra persona.

Mientras Venezuela tiene dificultades para vender su petróleo, el resto del mundo busca barriles de crudo pesado después de que la autoimpuesta reducción de petróleo de Canadá y los recortes de suministro de la OPEP redujeran la disponibilidad del tipo de petróleo que Venezuela produce.

La escasez de oferta de petróleo pesado se tradujo en precios más altos para el crudo insignia Castilla de Colombia, que compite con el petróleo venezolano en el mercado mundial. El crudo Castilla para entrega en marzo se negociaba a US$4 el barril menos que el referente mundial Brent, según personas con conocimiento de situación. Esto contrasta con un descuento de US$9,80 en los cargamentos de febrero.