La fotografía de la población extranjera en Chile con visas para poder trabajar muestra que entre enero y septiembre se entregaron 70.227, lo que se traduce en un alza de 38% en comparación al mismo período del año pasado cuando llegaron a 50.911.
En ese cuadro se muestra también que Venezuela sigue liderando con 19.244 lo que significa un aumento de 15,8% respecto al número de visas otorgadas a ciudadanos de ese país el año pasado (16.605). Sin embargo, perdió participación en el total, pasando del 32,6% al 27,4%.
Las cifras del Servicio Nacional de Migraciones, permiten también mirar cómo ha ido subiendo su presencia las personas provenientes de Bolivia y Haití. El primero de ellos avanzó un 194% al pasar de 5.720 a 16.853 y se ubicó en el segundo lugar. Y los haitianos en Chile pasaron de estar en la sexta posición y representar solo un 3,2% del total, a conformar el 11,5% este año, subiendo de 1.625 permisos a 8.070.
El director nacional de Migraciones, Luis Eduardo Thayer, explicó que “las principales tendencias confirman la consolidación del colectivo boliviano como el grupo de mayor crecimiento. Este pasó de representar el 7,8% de los permisos para trabajadores extranjeros en 2022, al 24% en 2024″.
Como contrapartida, los países que pierden presencia son Colombia, que pasa de ubicarse en el segundo lugar en 2022-2023 con 11.323 y 8.355 respectivamente para registrar este año 7.997. Y Perú retrocede de 7.210 en 2022 a 5.083 este año.
Las cifras entregadas en el reporte corresponden a todo permiso de residencia temporal que permite trabajar de manera legal en Chile. Por tanto, no contemplan permisos humanitarios para Niños, Niñas y Adolescentes (NNA) y de reunificación familiar para menores de 18 años, en tanto que esos permisos no permiten trabajar en el país.
En análisis de las cifras
Los expertos en temas de mercado laboral y migrantes analizan en detalle las cifras. Y si bien el panorama global les parece el correcto, al analizar por países, hay algunas dudas con respecto a estas cifras con las que muestra el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en su encuesta de empleo.
El director del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC-UDP), Juan Bravo, señaló que “se ve un aumento muy importante en la comunidad boliviana en Chile. Las cifras del INE muestran que los ocupados bolivianos aumentaron un 22,3% anual y los ocupados bolivianos formales aumentaron en un 14,8% anual. El aumento de permisos de residencia sí sería alineado con un flujo de personas que se quedan a trabajar en Chile.”
Sin embargo, añade que esto se contrapone a lo que ocurre con Haití, donde Bravo asegura que el aumento de permisos no se condice con las cifras que entrega el INE. “Me suena un poco contradictorio con esa evidencia (...) Al menos en las cifras del INE, el empleo de haitianos se está contrayendo respecto del mismo periodo del año anterior”, puntualiza. Y agrega que esa contradicción puede deberse a que “una misma persona que recibe más de un permiso en el periodo (...). Estos no son números de personas que pidan permiso, sino que simplemente es la cuenta de los permisos otorgados”.
Por su parte, Álvaro Bellolio, exdirector del Servicio Nacional de Migraciones en el segundo gobierno de Sebastián Piñera, apunta “esta nueva presión migratoria obedece a la inestabilidad del continente, y es complementaria a los casi 120 mil ingresos clandestinos que han ocurrido desde el año 2022, según los datos de la PDI”, asegura Bellolio.
Participación laboral
La última cifra de empleo que entregó el INE muestra que hay 1.025.377 personas extranjeras ocupadas. Para los especialistas, esta es la principal razón por la que llegan al país la población inmigrante.
Bravo explica que “los migrantes tienden a estar más concentrados, respecto de la población chilena, en un tramo etario entre 25 a 54 años”. Además, detalla que “la tasa de participación laboral de los extranjeros fue de 81,4%, mientras que la de los chilenos fue de un 60%. Eso muestra esa diferencia que tiene que ver con que los extranjeros vienen fundamentalmente para trabajar”.
Otra característica que entrega el economista es que “la tasa de ocupación informal difiere mucho entre las regiones del país. En las regiones del extremo norte, por ejemplo, es muy alta la tasa de ocupación informal de extranjeros. En Arica y Parinacota es 55,4%. En la región de Tarapacá es de 55,5%. Es decir, mucho más alto que la tasa de ocupación informal a nivel nacional (32,7%). Eso también es algo persistente que muestran las cifras”, puntualiza en su análisis.
Desde el gobierno, Thayer proyecta que, “para el cierre del año se espera que, en virtud de la temporada agrícola y de los acuerdos migratorios que hemos avanzado con Bolivia, se mantenga la tendencia a la consolidación de este grupo como el principal colectivo de trabajadores extranjeros en Chile”.
