Para la vicepresidenta de Icare y directora de empresas, Vivianne Blanlot, el desafío que deberá enfrentar Gabriel Boric a partir de este lunes es la necesidad de convocar a todos, y no sólo a sus partidarios de base. Es que, sostiene, el triunfo lo tiene en gran medida gracias a quienes se sienten de centro, que están contra las políticas más extremas. La también exministra de Defensa durante el primer gobierno de Michelle Bachelet afirma, clara, que el sector empresarial colaborará con la nueva administración, pero teniendo como base que el presidente electo entienda la relevancia de la acción privada y de un manejo económico equilibrado.
¿Con qué sensación se queda tras los resultados?
-Con la satisfacción de que Chile sea capaz de tener elecciones tranquilas, a pesar de las grandes diferencias entre las dos opciones, y la actitud de José Antonio Kast, de muy prontamente reconocer el triunfo y llamar a su contrincante.
¿Cuáles serán los principales desafíos que enfrentará Gabriel Boric a partir de este lunes?
-El principal desafío y el más inmediato, es que el presidente electo convoque a todos los chilenos, y no sólo a sus partidarios de base. Hay que recordar que en primera vuelta mostró tener un voto duro de 25%. El triunfo en gran medida lo tiene gracias a quienes se sienten de centro y que rechazaron las posturas más extremas de los candidatos.
¿Cuánta tranquilidad da la conformación del nuevo Congreso?
-El nuevo Congreso demuestra que ninguna coalición ni partido puede gobernar solo, ni satisfaciendo sólo a la minoría que es su voto duro.
¿Cuáles de las medidas económicas planteadas por el futuro presidente es la más urgente de aplicar?
-Lo más urgente es definir un plan de política fiscal que lleve al equilibrio, y priorizar las reformas sociales que más efecto real tengan para el bienestar de los grupos de menores recursos.
¿Y cuál debiera moderar?
-Debe evitar que en su gobierno impere una visión de desprecio de lo logrado, que proviene en gran medida de la falta de realismo sobre la complejidad de gobernar.
Varios empresarios plantearon públicamente su apoyo a José Antonio Kast, cuestionando al candidato de Apruebo Dignidad. Ahora, tras este triunfo, ¿en qué pie queda el sector empresarial?
-Creo que independiente de las declaraciones ante una elección, una gran parte del sector empresarial concuerda con la necesidad de cambio social, y si Gabriel Boric gobierna entendiendo la relevancia de la acción privada y de un manejo económico equilibrado, el sector empresarial colaborará en las políticas que favorezcan el desarrollo y un aumento de bienestar para todos.
¿Cuáles son sus principales preocupaciones o temores ante la presidencia de Gabriel Boric?
-Creo que el desequilibrio fiscal y la políticas sociales que no sean sostenibles, que es lo que ocurre cuando se financian con golpes fiscales e inhibiendo el crecimiento.
¿Considera que hay políticas de Gabriel Boric que podrían inhibir el crecimiento? De ser así, ¿cuáles?
-Aumento de impuestos a las empresas que reduzcan la rentabilidad de las inversiones en Chile, haciéndolas menos rentables que industrias similares fuera de Chile.
Un gasto fiscal por encima del equilibrio que aumente la inflación y afecte las tasas de interés, y el acceso de los chilenos al crédito.
Y medidas que reduzcan la seguridad de control de las personas sobre sus ahorros y su patrimonio, que inhiba el ahorro, y las inversiones de largo plazo.
Y dado ello, ¿Qué debe hacer para promover la inversión?
-Mantener un gasto fiscal que evite aumentos en la inflación. Y en caso de la reforma tributaria, cuidar la capacidad de desarrollo de la empresa pequeña y mediana, y la competitividad de la industria chilena en los mercados internacionales para evitar pérdida de dinamismo y crecimiento.
Asimismo, debe fomentar el ahorro de las personas, fomentar la cooperación pública y privada en la inversión social.
¿Cree que con este triunfo aumentará la salida de capitales del país?
-Creo que la salida de capitales comenzó con el estallido social y continuó debido a la incertidumbre que se instaló sobre políticas económicas y respeto a las instituciones. La definición de quién dirigirá el próximo gobierno puede entregar certezas, y en la medida que el Presidente busque acuerdos y comprenda que al menos el 40% de los chilenos no concuerda con sus propuestas, la certeza será hacia lo positivo.