El dirigente comenta que pase a los dos intentos fallidos anteriores, en el marco de la negociación reglada de 2017 y la anticipada de abril de este año, las expectativas son altas y que situaciones como la huelga que enfrentaron el año pasado y que duró 43 días, podrían repetirse.
Asimismo, afirma que una señal importante de la minera, perteneciente a BHP Billiton, podría ser el cambio de sus interlocutores.
Para este nuevo proceso, los trabajadores solicitaron un bono por término de negociación equivalente al 4% de los dividendos que la compañía entregó a sus dueños en 2017 y también, un incremento de 5% de sus sueldos base.
Considerando que el petitorio es parecido al del año pasado, ¿creen que la empresa podría responder afirmativamente?
-En el 2017 la empresa intentó reducir los beneficios porque venía el cambio de la legislatura donde no iba a haber piso de negociación, entonces la negociación partía de cero y querían quedar más abajo del piso. En la anticipada, como no había regla querían hacer intervenciones en el sistema de salud, lo que para nosotros era nefasto. Ahora tenemos el piso, entonces tendría que ir de ahí hacia arriba. No debería haber intentos de la compañía de quitar beneficios, por lo que creemos que las pretensiones y proyecciones por ambas partes deberían ser buenas.
Entonces, ¿las expectativas son altas?
-Nadie se enfrenta a una negociación con bajas expectativas. Todo trabajador que trabaja en una empresa con grandes expectativas tiene expectativas altas. Queremos que la empresa reconozca que lo que ha hecho crecer a esta compañía, somos los trabajadores. Nos vamos a encargar que quienes vengan después tengan ese conocimiento para seguir proyectándola.
¿Qué cambios hubo frente al petitorio del año pasado?
-Entendemos que el sistema de salud está garantizado y debe mantenerse tal cual. Como quede escrito nos da lo mismo, pero las garantías tienen que funcionar al 100%. Respecto a las expectativas de crecimiento no vamos a ceder absolutamente en nada. Desde el 2013 que los socios necesitamos un reconocimiento, la compañía creció y ha tenido utilidades que no ha compartido con nosotros. Por lo tanto, entendemos que ya es momento de que también las expectativas de los trabajadores se cumplan y ese aporte lo tiene que dar la compañía, porque ha crecido y ha dado utilidades, por lo que nosotros no podemos decir que vamos a bajar nuestras expectativas, al contrario tenemos que mantenerlas y si es posible, subirlas. Es lo justo, lo que necesitamos es crecer con la compañía. Es simplemente eso.
¿Sus demandas se sustentan en las actuales condiciones del mercado?
-Obviamente que sí. Tenemos una productividad por trabajador de 135 toneladas hombre. La media nacional, 55. Hoy el precio del cobre esta sobre US$ 3 la libra, con una expectativa de 3,14 o sobre 3,2 incluso. En 2017 estábamos con US$ 2,50 la libra. El costo c1, con la producción y productividad que tiene la empresa, está alrededor de US$ 1, por lo que estamos hablando de sobre US$ 2 de ganancias para la compañía. O sea, la instancia está dada.
Alcanzar el 4% de los dividendos como bono por término de negociación, ¿es una meta alta?
-Mucho se ha hablado del 4%, pero recuerde que la legislación también habla del 30% de las utilidades anuales que podríamos entrar a negociar y con eso estamos hablando de 30% de las utilidades durante tres años. Esa sí es una burrada de plata y eso es algo que no se podría cumplir. Por eso la bajamos al 4% de los dividendos que es lo más justo. El cierre de negociación de mineras más chicas ha andado por ahí, entonces no es mucho más tampoco.
¿Están dispuestos a llegar a una nueva huelga?
-Es un hito que está en la legislatura. El proceso así está establecido y hay una fecha en la que la empresa tiene que entregar su última propuesta y si los trabajadores entienden que no es suficiente se llegará al hito de la huelga. Nosotros no la descartamos, pero tampoco la queremos, pero está ahí y es un hito que se debería cumplir en algún momento, porque es ahí también cuando empieza la negociación más dura para evitar una huelga. Pero los trabajadores están preparados y tenemos un plan de contingencia interno.
¿El fondo de reserva de $ 250 millones?
-Sí y también en nuestra administración hemos dado bastante tranquilidad.
¿Cómo evalúa la forma en cómo se ha comportado la empresa en los procesos anteriores?
-El comportamiento en la última negociación anticipada no cambió mucho. Marcelo Castillo que estuvo en la negociación anticipada también lo estuvo como interino en la negociación reglada en 2017, entonces no había mucho cambio. La empresa debe dar alguna demostración de cambio. No somos quiénes para decir quién se siente adelante de nosotros, pero sería importante un cambio o un gesto en cambiar la mesa negociadora. Podrían ser los mismos, pero con otra actitud. Hasta el momento ha sido todo para disminuir, no para mejorar.
Pero, ¿lo ideal es que cambien los interlocutores?
-No es que lo queramos, pero entendemos que podría ser una muestra de que la empresa viene con otra actitud.
¿Qué pasa con las críticas de los disidentes? Se dice que son cerca de 100 personas…
-La cifra de 100 socios retirados es falsa. Tenemos la información de que son cerca de 33 los trabajadores que están retirados, que deben haber sido los mismos que intentaron construir el sindicato 3. Hay otro grupo de casi 40 trabajadores que nunca han sido sindicalizados y algunos nuevos que no han ingresado, por lo que los rumores de que se están retirando es totalmente falso. Tenemos una planilla de más de 2.450 trabajadores, sobre el 95% de toda la base. Las críticas siempre van a existir, siempre va a haber detractores. Tenemos respaldo y estamos tranquilos.