Poco y nada duró el optimismo con el que abrieron el mes los mercados globales, luego que ayer los tres principales indicadores de Wall Street registraran descensos superiores al 3%.
La inversión de la curva del bono del Tesoro, que ocurre por primera vez en más de una década, está poniendo nerviosos a los inversionistas, pues suele anticipar un periodo de recesión económica en Estados Unidos, tal como ocurrió en 2006 antes de la crisis financiera.
En concreto, dicho movimiento implica que los rendimientos de corto plazo son mayores que los de largo.
En este momento ya están en terreno negativo la curva que da cuenta de la brecha entre el rendimiento del bono del Tesoro a dos y cinco años, así como la que muestra la diferencia entre el bono de tres y cinco años (ver inforgrafía).
Sin embargo, es la curva del bono a corto plazo, de dos años, y la de largo plazo, de diez, la que siempre acapara la atención de los analistas.
En este caso, todavía no está invertida al marcar 11,68 puntos bases, pero sí genera preocupaciones el hecho de que su nivel actual represente la mitad de lo que se observaba hace una semana y que siga ganando distancia de los 54 puntos bases con los que partió el año.
En ese marco el Nasdaq, que ha encabezado las correcciones de los últimos dos meses, retrocedió ayer 3,8%, mientras que el S&P 500 cedió 3,2% y el Dow Jones 3,1%.
"Es el temor a la curva de rendimiento invertido y lo que eso significa para la economía" lo que empuja a los mercados, plantea a Reuters Chuck Carlson, director ejecutivo de Horizon Investment Services. "Es un precursor de una recesión", añadió.
Sin embargo, hay quienes intentan poner paños fríos. Kathryn Rooney, directora de estrategia macroeconómica en Bulltick Capital Markets, sostuvo a PULSO que incluso si la curva del bono a largo y corto plazo queda invertida, "no significa recesión", ya que este movimiento sería "más bien temporal".
Más preocupaciones
En ese marco, cree que en el sentimiento de los inversionistas pesaron varios otros acontecimientos. "Theresa May ha perdido apoyo en el Brexit; el asesor económico principal de Donald Trump,
Larry Kudlow, diciendo que todavía no hay acuerdo con China ; un miembro votante del comité de la Fed dijo que todavía hay razones para subir la tasa y, finalmente, lo de la curva no ayuda", relató Rooney.
En efecto, aunque en el Viejo Continente las bajas fueron mucho más acotadas que al otro lado del Atlantico (-0,8%, el Euro Stoxx), el proceso de divorcio entre el Reino Unido y la UE sigue añadiendo incertidumbre.
En el primero de cinco días de discusiones en el parlamento británico, tanto los partidarios como detractores del brexit manifestaron su disconformidad con el plan de divorcio acordado con Bruselas, del cual depende una salida ordenada del bloque y el futuro de May como primera ministra.
Por otra parte, entre los inversionistas neoyorquinos generaron ruidos las palabras de Larry Kudlow, quién la jornada previa indicó que con Beijing tienen "compromisos", que "presumiblemente implementarán", lo que fue interpretado como un tono algo menos optimista, en relación a lo expresado previamente por la Casa Blanca.
Luego fue el mismo presidente estadounidense, Donald Trump, el que incrementó las dudas sobre el futuro de la guerra comercial. Si no es posible un acuerdo con China, "soy un hombre arancel", aseguró el mandatario, informando que las negociaciones entre ambas naciones ya comenzaron.