A fines de octubre, la FNE decidió extender a fase II el análisis de la operación mediante la cual Walmart pretendía arrendar tres locales a Inmobiliaria Santander, controlada por la familia Bada, dueños de la cadena Montserrat.
Se trataba de supermercados ubicados en Macul, Independencia y Pirque, posiciones en las cuales el organismo antimonopolio vio claros riesgos a la competencia al estar a cortas distancias con otros puntos de venta controlados por la firma norteamericana.
“A la luz de lo expuesto, esta fiscalía concluye que, de perfeccionarse de manera pura y simple, la operación puede reducir sustancialmente la competencia”, decía el organismo, extendiendo el análisis.
El 2 de diciembre, no obstante, Walmart decidió poner punto final a la transacción. Ese día -informó la FNE- la compañía les comunicó que la operación no se perfeccionaría, solicitando poner término a la investigación y archivar los antecedentes.
Un día después, sin embargo, la familia Bada se opuso a esa solicitud. “Inmobiliaria Santander manifiesta a la fiscalía su desacuerdo a lo expresado por Walmart, así como la voluntad de perseverar con la operación y la investigación”, informó la FNE.
Más allá de esta diferencia, la entidad antimonopolios decidió cerrar la investigación. “Al desaparecer la intención real y seria de a lo menos una de las partes notificantes respecto de una operación y de su futuro perfeccionamiento, queda entonces sin causa el procedimiento administrativo de control de operaciones de concentración”, destacaron.
El 10 de diciembre, la causa fue cerrada por parte del organismo que dirige el abogado Ricardo Riesco.