El empresario de origen alemán Wolf von Appen (81) heredó e hizo crecer junto a su hermano el negocio familiar Grupo Ultramar, que consta de unidades navieras, portuarias, de logística y remolcadores, que tiene unos 15 mil trabajadores y presencia en 17 países.

Hoy, dicho holding es comandado por su hijo Richard y su sobrino, Dag, pero el empresario sigue ligado al negocio familiar como socio y, además, comanda su viña TerraNoble, entre otros emprendimientos.

A Von Appen se le ve seguido en foros de negocios, sin embargo, pocas veces habla públicamente. Esta semana, accedió a conversar de temas económicos con PULSO Domingo tras un seminario de BTG Pactual.

¿Cuál es su expectativa respecto del crecimiento del país para este año?

-Todas estas estadísticas que trae el ministro (de Hacienda) son proyecciones. Yo he aprendido una cosa: hay que hacer proyecciones, pero hay que cuestionarse cuán buenas son esas proyecciones. Yo creo que el país está caminando, pero podría caminar un pocomejor.

¿Y ese mejor andar depende más de factores externos o endógenos?

-Siempre se pueden hacer cosas a nivel interno. Si hay confianza, las cosas funcionan más fáciles, pero eso no es necesariamente un resultado. No hay magia, pero obviamente que la confianza ayuda. Cuando las cosas no están claras, uno tiene que preguntar nuevamente las cosas y eso significa demoras.

¿Ve mayor tranquilidad ahora en la economía mundial versus los temores que arreciaban a fin del año pasado?

-No estoy tan tranquilo. Lo que está pasando con China va a seguir desarrollándose. Yo no les creo todas las cifras económicas a los chinos. ¿Cómo comparar el cálculo y la medición del crecimiento chileno, el de China y el de EE.UU.? Soy muy cuidadoso. Por eso, prefiero ver cómo me va en mi entorno, cómo está mi competencia y ver qué es lo que puedo hacer.

¿Está de acuerdo con el rango de crecimiento para el país en 2019 que proyectan los economistas y empresarios, que va entre 3% y 3,5%?

-No, no tengo proyección. Todavía no veo por qué no podríamos crecer al 4,5%.

En cuanto a la reforma tributaria, ¿a usted le da lo mismo que se haga con o sin integración?

-No tengo tanto conocimiento en eso. Pero sí creo que es importante que se ordene la cosa tributaria, donde usted tenga una liquidación que no la esté cuestionando un gallo que la venga a revisar.

¿Pero se mantiene la facilidad para hacer negocios en Chile?

-Está, pero queda en duda. Estoy haciendo las cosas de una forma, pero estoy pensando en qué me va a decir el SII. Siempre la gente está revisando y eso toma tiempo.

¿Cómo evalúa la gestión económica de este gobierno?

-Está bien.

¿Qué se podría mejorar?

-Lo que más debe mejorar es lo mal que lo hacen los políticos, el Parlamento. No pueden estar cuestionando todas las cosas. ¿Cómo es posible que en los proyectos de ley un parlamentario los estudie y le diga a sus 20 colegas cómo tienen que votar? ¿Eso es democracia?

La votación en bloque. Siempre ha existido...

-Pero hoy, en este mundo, ya no. Hay demasiada información. Si uno es estudioso, se puede. Pero los gallos se sientan encima del piano y preguntan ¿quién de nosotros va a estudiar el proyecto? Son de ambos bandos igual. Entonces no votan a conciencia y después uno habla con el parlamentario y responden que no estudiaron el proyecto. No me gustaría que pasara eso en mi oficina.

En cuanto al comercio mundial, China y EE.UU. están en una pugna...

-¡No! Eso es un teatro. Los norteamericanos no son tontos y llegaron a la conclusión de que han ayudado mucho a los chinos, pero los estrujaron. Por ello, quieren mejorar esa situación, y eso es lo que está haciendo Trump, que dijo 'han tenido puras ventajas, restrínjanse' y los chinos han empezado a ceder. Esta negociación es igual que la que hizo EE.UU., que se pusieron de acuerdo en 15 días y ahora hay más intercambio entre esos países que antes. Hay mucha trampa en la prensa, quienes ponen este tema como una gran cosa.

La más reciente encuesta Cadem indica que es más conveniente profundizar relaciones comerciales con China que con EE.UU., pero en contraparte, se ve que Chile en sus políticas es más favorable al país norteamericano...

-Eso tiene mucha lógica. La cultura chilena no se puede comparar a la china. Yo soy socio de una viña (TerraNoble) y vendemos vinos en China... y vaya que me cuesta entender a los chinos. Entonces es lógico que sea más fácil entenderse con EE.UU., porque hay más afinidad.

Pero en la parte económica esas afinidades quizás pasan a segundo plano...

-Yo creo que tienen mucha importancia. De ahí viene la confianza.

El secretario de Estado de EE.UU. aseguró que la firma china Huawei hace espionaje, entre otras críticas a China, previo al viaje de Piñera a ese país. El embajador chino replicó duramente estas aseveraciones...

-Creo que el embajador se ha pasado un poco. Ha sido muy dogmático y no lo he entendido.