En julio del 2021, Xepelin, una empresa que se especializa en dar servicios financieros para las pymes, hizo noticia al cerrar una ronda de inversión serie A de US$230 millones, la mayor cifra nunca alcanzada por una startup chilena en esta etapa de financiamiento. El monto estaba dividido en US$30 millones de capital y US$200 millones en líneas de crédito.
Para entender la magnitud de la operación, basta pensar que la serie A de NotCo fue por US$7 millones y la de Betterfly, de US$17,5 millones.
Pero eso no es todo. Un año después, con la serie B rompieron otro récord al levantar US$111 millones, con lo cual se consolidaron como la más exitosa en este tipo de operaciones. Entre los aportantes de esta última ronda destacaron PayPal Ventures, Wellington y Endeavour Capital, entre otros.
Para el CEO de la empresa, Sebastián Kreis -actualmente radicado en México-, estas operaciones si bien fueron muy exitosas, responden a que Xepelin es una empresa muy enfocada en un objetivo grande: solucionar un problema estructural de todas las pymes de la región cual es su administración financiera y su acceso al crédito.
¿Pero estaba en sus planes el interés que generó la serie A, que superó por mucho lo conseguido hasta la fecha por una startup?
-No sé si en los planes. Pero hay tres cosas que jugaban a nuestro favor. Primero, que el problema de financiamiento y servicios financieros para las pymes en Latinoamérica es tan grande, que realmente lo que estamos construyendo es algo que puede impactar a millones de empresas. Y entonces, los inversionistas saben que están entrando a una compañía que puede tener un impacto enorme a nivel regional.
El segundo factor de éxito tiene que ver con el escalamiento. Nosotros nacimos como una compañía regional desde el día uno. Piensa que la empresa la fundamos el 2019 y al año siguiente yo me fui a vivir a México para abrir las operaciones allá. Esa fue una señal muy importante.
Y tercero, teníamos muy claro cuál era nuestro modelo de negocios y qué capacidades teníamos que construir. En suma, sabíamos donde queríamos ir.
-El problema de financiamiento de las pymes es muy conocido. ¿Cuál era la propuesta de valor con la que convencieron a los inversionistas?
-Es simple: nosotros queremos ser el CFO -gerente de finanzas- de las empresas y ayudar a resolver una serie de procesos de negocios, financiamiento u otros servicios. Desde ayudarlos a mejorar la cobranza, el flujo de caja, a tener un capital de trabajo adecuado. O sea, es mucho más que sólo financiamiento.
Sebastián Kreis, ingeniero comercial de la UC y MBA de Berkeley, tuvo una destacada carrera como VP de finanzas corporativas de IM Trust, donde participó de transacciones en el mercado de capitales por US$10 mil millones. Después de un viaje a San Francisco en 2014, donde pudo visitar varias startups recién nacidas, decidió apostar por el mundo digital y comenzó sus primeros pasos en el sector fintech, lanzando su primer emprendimiento, Safecard, y liderando posteriormente la transformación digital de algunos bancos en América Latina con la consultora Boston Consulting Group. Motivado por todas estas experiencias, en 2018 decide fundar Xepelin, junto a su socio Nicolás de Camino.
-Una curiosidad ¿de dónde sale el nombre?
Es buena la historia. Cuando partimos queríamos que el nombre partiera con X. ¿Por qué? Porque la X significa multiplicar. Y nos pusimos a buscar en el mundo digital y probamos distintas cosas. Y en eso, estábamos escuchando una canción de Led Zeppelin y se nos ocurrió ponerle Xepelin.
-Buen nombre sin duda. Y la idea de empresa ¿la tenían clara desde el principio?
-Sí, pero me demoré varios años en realmente estructurarla y tener el diseño claro en mi cabeza. Porque una cosa es detectar el problema y otra muy distinta es cómo abordarlo. Y en esto fue clave enfocarse en que todo pasaba por la tecnología. Porque, si la idea nuestra era ayudar a gestionar las empresas, de manera que las personas puedan tomar sus decisiones de negocios con información en tiempo real, lo único que podía hacer eso era una plataforma digital de excelencia.
¿Y este es un mercado muy grande?
El 60% del PIB de países como Chile y México proviene de empresas, muchas de las cuales son pymes. Es un mercado enorme de millones de empresas en la región. Por eso, la clave fue el uso de la tecnología. Sabíamos que la única manera de ser competitivos era lograr hacer una plataforma digital donde los responsables de las empresas pudieran hacer todo en línea y en forma muy rápida.
-Imagino que eso fue complejo, no sólo por los desafíos tecnológicos, sino también porque el mundo de las pymes es muy diverso.
-Exacto. Las empresas en distintas industrias hablan idiomas distintos, pero sus problemas son los mismos. ¿Cómo soluciono el problema de flujo de caja, de financiamiento, de información en línea? Entonces lo primero fue establecer un lenguaje común para todos. Nos demoramos mucho en entender los dolores comunes y luego cómo darles solución de una manera eficiente vía la tecnología. Y así se crea, además, otra oportunidad, la de escalar la misma plataforma a millones de empresas.
-Además me imagino que esa es la única manera de tener costos competitivos.
-Por lo mismo teníamos que encontrar una solución que fuera estándar, rápida y eficiente. Que tuviera la menor interacción posible, sin roces y muy simple. Y eso sólo era posible pensarlo en el mundo digital. Pero la maravilla de la tecnología es que no sólo te ayuda a hacer transacciones, sino también, a través de la inteligencia artificial, a conocer y entender a tus clientes de forma que les puedes ofrecer otros servicios que necesite.
Cuando los conozco no solamente por resolver cosas de capital de trabajo, sino también abordar los procesos de negocios, es decir ayudar a la gestión integral de la empresa.
¿Cuántas empresas están usando la plataforma de Xepelin hoy?
Hoy trabajamos con más de 40.000 empresas. Algunas acceden a financiamiento, pero muchas a distintas soluciones que tiene la plataforma y cada vez más estamos siendo más eficientes en cómo darles más servicios. Por ejemplo, lanzamos nuevas soluciones para que puedan administrar sus pagos, no solamente hacer la gestión del pago, sino realmente ordenar sus gastos, considerando también su capital de trabajo y sus cuentas por cobrar. Tenemos, por ejemplo, un producto que permite, en tiempo real, monitorear a todos tus clientes y todos tus proveedores.
Los socios
¿Por qué se establecieron en Delaware, Estados Unidos?
Porque era la forma de aumentar las probabilidades de buscar socios que te puedan ayudar en tus siguientes pasos como compañía y poder sumar a los mejores. Instalarse ahí es una señal muy potente.
Ahora, si le agregas un modelo de negocios exitoso, permite que una empresa que nace en Chile y hoy opera también en México tenga inversionistas de clase mundial como PayPal, que nos dice que nosotros somos su mejor vehículo para abordar América Latina.
¿Y estos socios se involucran en la estrategia de la empresa?
-Tenemos un directorio donde participan y tomamos juntos las decisiones. Pero lo más importante acá es la ejecución y nosotros estamos para construir un negocio que sea muy escalable, muy rentable y con una capacidad de ir a un mercado gigante más rápido que la competencia.
¿En ese sentido, por qué fue México el primer país que eligieron para salir de Chile?
-Cuando yo estaba haciendo el MBA, en San Francisco, empecé a ver un poco las métricas de los países en penetración del crédito y capacidades tecnológicas, como la existencia de smartphones, entre otros. Ahí apareció México como una oportunidad importante. Segundo, es una economía muy grande con empresas potentes, lo que hace que el desarrollo de la pyme también sea muy fuerte.
Entonces, me quedó claro que, así como Chile era el país para partir, el mercado que teníamos que ganar para tener volumen era México.
¿Y hoy México es más grande que Chile me imagino?
-Sí, claro, pero la cosa no es sólo tamaño. México, si bien es el hermano chico de Chile -nació después-, aprende más rápido. Entonces muchos dolores que tuvimos en Chile, allá se resolvían más rápido por la experiencia de acá, pero también por el tamaño del mercado. Y eso fue fundamental para escalar el negocio.
Por eso, para mí, la decisión de irme a vivir a México era muy necesaria.
Además, nosotros necesitamos diversidad de, por ejemplo, muchas personas idealmente no solamente de Chile, México, sino que de todos los países de Latinoamérica para realmente montar una compañía regional. Por eso también tenemos un equipo tecnológico en Argentina.
-No sabía que Argentina era un buen lugar para eso.
-Ellos tienen mucha experiencia con compañías como Mercado Libre o Despegar, que han generado un valor mucho más allá de su país y que han salido a la bolsa en Nueva York, por ejemplo.
Y a nosotros nos interesa que Xepelin sea una empresa fundada en Chile, pero que cree valor fuera del país. Que sea capaz de generar más ingresos en otras partes, para así alcanzar la escala regional que buscamos. Y para eso se necesita talento de muchas partes.
¿Es un objetivo vender Xepelin en algún momento?
-Nuestro objetivo es hacer una empresa que sea líder en el mundo pyme y rentable. No una que se pueda vender rápido, porque, además lo que queremos es abordar un problema estructural que no se resuelve de un día para otro. Entonces, en general hemos elegido inversionistas que están acá sabiendo eso y saben que si hay algo en que nunca cederemos es que estamos acá para construir una compañía de largo plazo. Y quizás por eso se nos han acercado muy buenos socios. Porque saben que esto es en serio.
¿A ustedes los afectó esta última crisis del financiamiento que se vive en el mundo de las startups?
Nosotros tuvimos la visión de tener los recursos levantados en ese momento. Y segundo, desde muy temprano la pensamos como una empresa que sea rentable. Y flujo de caja positivo. De esta manera, nuestro colchón de fondos sólo lo usamos para hacer inversiones relevantes, especialmente en tecnología. Pero la idea de comerse los aportes no tiene sentido si estás pensando que levantar una empresa importante te demorará al menos 10 años. Y para eso hay que pensar en el largo plazo, pero también en el corto. Es decir, tienes que buscar la rentabilidad rápido.
¿En cifras, cuál es el tamaño de Xepelin hoy?
-Somos 500 personas que atendemos a 40 mil pymes y hemos colocado financiamiento por US$4.000 millones
¿La idea es ser un banco en algún momento?
Sí. Como queremos ser el CFO de las compañías, es fundamental avanzar a la idea de un banco, ya que de lo contrario la legislación no te permite hacer cosas que son importantes.
¿Imagino que lo obvio ahora es crecer a otros países?
Sí, pero no todavía, porque las posibilidades de crecimiento que tenemos en México y Chile son todavía enormes. No es necesario volar tan rápido todavía. Como nosotros queremos realmente cambiarles la vida a las empresas, la forma cómo operan, eso requiere tiempo y preparación. Hoy en día operamos muy rápido, muy eficiente, con dos países. Tener un tercer país también hay que pensar bien cómo lo hacemos.