El presidente de China, Xi Jinping, pidió paciencia en un discurso publicado mientras el Partido Comunista, que gobierna el país, trata de frenar una creciente desaceleración económica. Xi afirmó que los países occidentales tienen “cada vez más problemas” por su materialismo y “pobreza espiritual”.

El discurso de Xi se publicó en Qiushi, la principal revista sobre teoría del partido, horas después de que los datos mostraran el martes que la actividad manufacturera y el consumo se habían debilitado más en julio pese a las promesas de las autoridades de ayudas para empresarios en problemas.

El gobierno ha evitado dar nuevas cifras sobre el incremento del desempleo juvenil, un asunto políticamente delicado.

Xi, el líder más poderoso del país en décadas, pidió a China que “construya una ideología socialista con fuerte cohesión” y se centre en objetivos de largo plazo para mejorar la educación, la sanidad y el suministro de alimentos para los 1.400 millones de habitantes de China, en lugar de limitarse a buscar la riqueza material de corto plazo.

Desde que asumió el poder en 2021, Xi ha pedido restaurar el papel del partido gobernante como líder económico y social y ha estrechado el control sobre las empresas y la sociedad.

Algunos cambios han supuesto un creciente costo porque empresas chinas exitosas se ven presionadas para invertir en iniciativas políticas como el desarrollo de procesadores. El partido endureció el control sobre la industria tecnológica con campañas antimonopolio y de seguridad de datos que borraron miles de millones de dólares de su valor de mercado.

”Debemos mantener la paciencia histórica e insistir en hacer progresos continuados, paso a paso”, dijo Xi en el discurso, que según Qiushi se ofreció en febrero en la ciudad suroccidental de Chongqing.

Es habitual que la revista publique discursos meses después de que se pronunciaran.

El crecimiento económico cayó a un 0,8% en los tres meses terminados en junio, en comparación con el mes anterior, un descenso desde el 2,2% entre enero y marzo.

Eso equivale a una tasa anual del 3,2%, que estaría entre las más débiles de China en décadas. Un sondeo en junio mostró que el desempleo entre trabajadores urbanos de entre 16 y 24 años se había disparado al 21,3%, un récord.

La oficina de estadísticas dijo esta semana que limitaría la publicación de datos mientras revisaba su método para contabilizarlos.

El gobierno intenta tranquilizar a los inversionistas y compradores de vivienda preocupados por la endeudada industria de bienes raíces, después de que una de las mayores promotoras de China, Country Garden, no hiciera un pago a tenedores de bonos y suspendiera la cotización de sus bonos. Un vocero del gobierno dijo el martes que las agencias reguladoras estaban controlando la deuda y que se esperaba que los riesgos “se resuelvan de forma gradual”.

Xi hizo hincapié en la “prosperidad común”, un lema del partido en la década de 1950 que ha recuperado. Pidió estrechar la brecha de riqueza entre una pequeña élite y la mayoría pobre y “regular el desarrollo sano del capital”, aunque no anunció nuevas medidas.