La presencia de la madre es muy importante para el desarrollo de los niños, pero ¿y el padre?, ¿es él tan importante? La investigación sobre la influencia del padre no es tan antigua y comenzó estudiando, principalmente, el impacto de su presencia, co-residencia y apoyo económico. Pero todos los cambios sociales han hecho que la figura del padre sea más estudiada. Incluso, hay ramas que asocian varios problemas sociales actuales al efecto "del padre ausente".
Existen muchas actividades de involucramiento en las que pueden participar los padres. Una de ellas es el juego. Esta es una de las principales actividades de socialización de una persona. Por una parte, ayuda a ser más consiente de uno mismo, de las propias capacidades y preferencias. Por otra parte, nos ayuda a ser más consciente del mundo social y de nuestro entorno.
De esta forma, el juego es muy importante para enseñarnos que podemos adquirir diferentes roles en nuestra sociedad y, también, nos enseña a apropiarnos de esos roles.
Por ejemplo, si jugamos a "Paco-Ladrón", en algunos casos seremos "Paco" en otros casos seremos "Ladrón". En la vida real esos roles también se dan, para algunos somos jefes, para otros somos empleados.
Podemos ser hijos y también ser padres. Otra enseñanza del juego, es que para vivir en sociedad hay que respetar ciertas reglas. Todos los juegos tienen reglas.
Pero ¿estas reglas hay que respetarlas siempre?, ¿son estas reglas iguales en todo el mundo? El siempre, nunca y depende, serán influidos a cómo nos hayan enseñado a jugar cuando chicos.
Es aquí donde la relación con el padre se vuelve importante. El juego con él impacta en nuestra conducta y cómo nos relacionamos con nuestros pares. Jugar con el padre está asociado a un mayor autocontrol y a una menor externalización de problemas de conducta, según el estudio publicado por MacWayne (2013).
Como también, cuando un niño juega con su padre mejora su relación con sus pares al tener menores reacciones agresivas en el ámbito del juego infantil, de acuerdo al estudio de Kennedy (2015), por nombrar algunos.La cantidad y calidad de tiempo que ellos pasan con sus niños, también es importante.
Solo cuando valoremos el aporte de hombres y mujeres tanto en lo público como en lo privado, es que podremos integrar familia y trabajo sin convertirlo en una suma cero. Ambos aportamos a la sociedad, las empresas y las familias. Y ustedes ¿juegan?