El mundo va cambiando y algunos negocios se van adaptando a los nuevos tiempos. Eso es lo que está pasando en la industria textil que, en medio de la mayor conciencia y exigencias medioambientales, está dando un giro hacia la ropa de segunda mano.

En el mundo han surgido varias empresas que se dedican a eso, una tendencia a la que se sumó la sueca H&M y ahora el gigante textil mundial, Inditex.

El controlador de Zara comenzará a vender ropa de segunda mando en Reino Unido. De acuerdo a CincoDías, a partir de noviembre próximo, los clientes de la marca española podrán reparar y vender prendas antiguas de la marca, de cualquier temporada, a través del servicio “Zara Pre-Owned”, accesible a través de las tiendas, de la web y de su aplicación móvil.

Este ofrece tres servicios: reparación, reventa y donación. Con la primera, el cliente puede solicitar arreglos de cualquier prenda de la marca sea cual sea la temporada. Por ejemplo, sustituir botones o cremalleras que ya estén en mal estado, o reparar costuras. El trámite puede solicitarse a través de internet o en la tienda de Zara que elija.

En el servicio de reventa, Inditex ha articulado un servicio en el que la relación es directa entre los consumidores. Como en otras aplicaciones de este tipo, el poseedor de una prenda puede ponerla a la venta en la plataforma creada por Zara, y el interesado en adquirirla contacta directamente con el vendedor, sin que la marca intervenga. Esta aporta la tecnología y el servicio al cliente.

Y para la donación, los usuarios podrán solicitar a través de esta plataforma que su ropa usada sea recogida en su casa para ser donada, y que tendrá su destino en la Cruz Roja británica, como ya hace con los contenedores que tiene ubicados en algunas de sus tiendas para este mismo fin. Aquí, la donación se amplía a cualquier marca más allá de Inditex.

Ropa usada Levis

El giro que está dando el negocio se produce en el marco de un mayor cuestionamiento al mundo textil, muy intensivo en el uso del agua y con una lentísima degradación.

De acuerdo un artículo del diario El País, la cantidad de ropa, calzado y accesorios acumulados por cada ciudadano europeo se ha incrementado en un 40% durante estas últimas décadas. Y el 87% de esa mercancía acaba invariablemente incinerada o en basureros.

Menos del 1% vuelve a tener uso.

De acuerdo a la ONG Oxfam, casi el 20% de los jóvenes de la generación Z aseguran que, una vez que aparecen con un look en Instagram, no vuelven a ponérselo nunca más.

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