Zoom a la riqueza en Chile

Andrónico Luksic, uno de los controladores del Banco de Chile, CCU, Antofagasta Minerals, Enex (Shell) y Compañía Sudamericana de Vapores, por mencionar algunas empresas de su portafolio, fue el primero del mundo empresarial en recoger el guante, de manera concreta, de las demandas sociales: dijo estar abierto a la opción de un nuevo impuesto al 1% del patrimonio de los más ricos para financiar parte de la agenda social del país.

La idea del empresario fue seguida de una ola de reacciones del empresariado, donde algunos destacaban que con un impuesto al patrimonio se podría generar una fuga de capitales.

Más allá del campo de las ideas, una medida en esta línea ya anunciada por el Presidente Piñera recientemente para recaudar fondos para la agenda social es un nuevo tramo en el Impuesto Global Complementario de 40% para las rentas superiores a $8 millones mensuales, lo que se calcula que aumentaría la recaudación tributaria en US$ 160 millones.

Además de lo anterior, esta semana el nuevo titular de Hacienda, Ignacio Briones, llegó a un acuerdo con integrantes de la comisión de Hacienda del Senado para impulsar nuevos impuestos a las personas de mayores ingresos.

Una fórmula planteada en este acuerdo es un impuesto al patrimonio físico como viviendas o predios que partiría, según el borrador, en un valor de $ 400 millones, según avalúo fiscal. Dentro de este ámbito se diseñará una nueva base que agrupará las propiedades según RUT del contribuyente -persona natural o jurídica- para terminar con las exenciones que individualmente (como rol) pueden tener estos bienes, y que a veces lleva a que los contribuyentes con varias viviendas o departamentos no paguen impuestos por ninguno de ellos. Es una forma de gravar el patrimonio acumulado.

Otra medida anunciada en el acuerdo marco, es impulsar la aplicación de un gravamen a los fondos de inversión y la limitación del uso de las empresas con pérdidas (PPUA), lo que había sido desestimado inicialmente por el gobierno.

Tras este acuerdo impulsado por el Ejecutivo para gravar a los más ricos, el encargado del patrimonio de la familia del Presidente Piñera, Nicolás Noguera, expresó en Twitter -y etiquetando al ministro de Hacienda- que "para los super ricos de verdad, el patrimonio inmobiliario es un porcentaje pequeño del patrimonio total. Para la clase media emergente, puede ser todo su ahorro!! Hay pocos detalles, pero suena mal la idea de cargarle la mano al patrimonio inmobiliario!".

Con todo, ¿cuánto es la riqueza privada del país y quiénes la detentan? Aquí una aproximación de acuerdo a distintos estudios.

Según el Reporte de la Riqueza Global de 2019, elaborado por el banco suizo Credit Suisse, Chile tiene la mayor riqueza -medida en activos reales y financieros menos deuda- por adulto en América Latina.

El informe califica de "sorprendente" la comparación con nuestros vecinos. El PIB de Chile por adulto es un tercio más alto que el de Argentina y un 70% mayor que el de Brasil, pero su riqueza promedio es más de cinco veces que la de Argentina y más del doble que la de Brasil.

Indican que desde el más reciente cambio de siglo, la riqueza per cápita ha aumentado a una tasa promedio anual del 6,5% medida en dólares estadounidenses.

La riqueza neta por adulto de Chile se cifra en US$ 56.972, lo que está por debajo del promedio mundial de US$ 70.400, pero es alta en relación con la mayoría de los países de mercados emergentes. Tiene una fracción menor de adultos con una riqueza inferior a US$ 10.000 que el mundo en su conjunto (39% versus 58%), pero tiene un poco menos de personas con riqueza entre US$ 100.000 y US$ 1 millón respecto al promedio global (9% versus 11%).

Lo anterior significa que más de la mitad de los adultos de nuestro país, el 52%, tiene una riqueza entre US$ 10 mil y US$ 100 mil, a diferencia del promedio mundial donde este grupo alcanza un poco más de un 30%.

Credit Suisse estima que Chile tiene 64.000 millonarios, es decir que poseen más de US$ 1 millón, y 70.000 adultos que están entre el 1% de los poseedores de la riqueza mundial, es decir, un Estadio Nacional a su máxima capacidad.

Los bienes financieros representan el 55% del total de los activos de los hogares chilenos en general. El reporte asegura que las tenencias de activos financieros se han visto alentadas en nuestro país debido a "la baja inflación, los mercados bien desarrollados y un sistema de pensiones sólido". La alta tasa de propiedad de viviendas urbanas del 69% supera al 64% que se registra en EEUU y contribuye a la posesión sustancial de bienes inmuebles.

Si de acuerdo a Credit Suisse el total de la riqueza privada en Chile ronda los US$ 800 mil millones, la firma Boston Consulting Group (BCG) en su reporte de riqueza global de 2019 hace un zoom y destaca que solamente la riqueza financiera de los chilenos, es decir, los activos líquidos que se pueden invertir pero no se incluyen las participaciones mayoritarias en empresas ni activos inmobiliarios, fue de US$ 493 mil millones al cierre de 2018, lo que significó un crecimiento del 3% en relación al nivel de 2017. Según BCG, un 6% de la riqueza financiera chilena está alojada off shore o fuera del país.

En BCG también desmenuzan que 140 chilenos tienen una riqueza financiera o invertible de más de US$ 100 millones, que es igual a la inversión necesaria para construir 30 consultorios, de acuerdo a datos de costos estimados por el profesor UC, Javier Ruiz-Tagle. Este grupo concentra el 18,1% de la riqueza privada de Chile, según BCG.

Desde la academia y considerando datos tributarios, una investigación de los economistas de la Universidad de Chile Ramón López, Eugenio Figueroa y Pablo Gutiérrez, arroja que "la participación en el ingreso tributable del país más las utilidades no distribuidas, indican que en 2010 casi un tercio (31,1%) del ingreso de Chile llegó al 1% más acaudalado de la población, mientras que algo más de los dos tercios (68,9%) restantes se distribuyó entre el 99% de los demás chilenos". De hecho, muestran que para el promedio del periodo 2005-2010 la participación del 1% más rico en el ingreso personal total del país -incluyendo utilidades no retenidas- fue del 32,8%, la del 0,1% más acaudalado fue del 19,9%, mientras que para el 0,01% más rico -alrededor de 300 familias- su porción de la torta fue del 11,5%.

Esta relación es mayor que, por ejemplo, en Corea del Sur. El economista y académico de la Universidad de Cambridge, José Gabriel Palma, indica que el 1% más rico en ese país participa del 12% de los ingresos. El 0,1% más rico del país asiático posee el 4% de los ingresos totales, y el 0,01% más acaudalado, donde están las familias de grandes empresas globales, como Samsung o Kia, ostentan el 1,7% de los ingresos totales de su país.