Durante la primera semana de noviembre, la empresa sueca Ericsson realizó un encuentro con periodistas de todo el mundo en Estocolmo. Por lo general, estos eventos anuales duran entre dos a tres días, donde los medios de comunicación conocen e interactúan con los principales ejecutivos de esta compañía, acerca de las principales líneas de negocios y tendencias tecnológicas.

Este año, una de las palabras que más se escuchó fue “smart cities” y “sustentabilidad”. De hecho, durante media jornada, sólo se habló de los proyectos de RSE y sustentabilidad de esta compañía, especialmente de su proyecto para combatir el ébola en África.

Pero durante esos días, coincidió que Ericsson publicó además  la edición 2014 del informe Networked Society City Index, que clasifica a 40 ciudades y mide la madurez de las tecnologías de la información, en términos del aprovechamiento de las inversiones en este ítem,  sobre el desarrollo económico, social y ambiental. Algo que se denomina como “triple bottom line”.

Uno de los hallazgos clave del informe, dice relación con que las ciudades con baja incorporación de la  tecnológía maduran de forma más rápida que las ciudades de alto rendimiento, lo que indica un efecto de puesta al día. Muchas ciudades tienen la oportunidad de superar a las demás, evitando una infraestructura física costosa y obsoleta, pasando directamente a las aplicaciones innovadoras, utilizando tecnologías móviles avanzadas.

Claramente la masificación de los smartphones y de la telefonía móvil en general, (especialmente en los países africanos) ha sido tan explosiva, que sería un factor primordial para lograr mejores índices de inteligencia urbana. De hecho, otro estudio de la empresa sueca indica que al 2020, un 90% de la población mundial tendrá un teléfono móvil.

“Las ciudades están usando cada vez más las tecnologías para conseguir eficiencia e innovación en todas las áreas de una ciudad, desde la atención de salud hasta el transporte y los servicios públicos,” explica Monika Byléhn, directora del City Life en Ericsson.

Los resultados

En cuanto a las ciudades líderes, nuevamente Estocolmo logra el primer lugar, seguida de Londres, París, Singapur y Copenhague.

Por otro lado, son 9 las nuevas ciudades que se han añadido en el informe de este año: Berlín, Munich, Barcelona, Atenas, Roma, Varsovia, Mascate (Omán), Abu Dabi y Dubai. Entre estos, Munich se encuentra en la clasificación más alta, seguido de Berlín y Barcelona.

A estas ciudades, hay que sumarles Beijing, Buenos Aires, El Cairo, Copenhague, Nueva Delhi, Dhaka, Helsinki, Hong Kong, Estambul, Yakarta, Johannesburgo, Karachi, Lagos, Los Ángeles, Manila, México City, Miami, Moscú, Mumbai, Nueva York, Oslo, São Paulo, Seúl, Shanghai, Singapur, Sidney, Taipei y Tokio.

Predicciones

La novedad en el informe de este año es la inclusión de tres predicciones sobre el futuro urbano, tomando en cuenta más que nada los tipos de tecnologías, así como su desarrollo.

Una de estas predicciones tiene que ver con que las personas, más que las instituciones impulsarán el progreso urbano, con los servicios públicos más abiertos y enfoques de buen gobierno. En otras palabras, habrá un aumento del denominado “open data”, así como la transparencia y disponibilidad de la información, tanto para tomar decisiones, como para crear aplicaciones.

Otro pronóstico dice relación con que las ciudades tendrán que redifinir su PIB, al moverse hacia una economía más colaborativa y compartida. Teniendo en cuenta que las soluciones tecnológicas proporcionarán oportunidades para crear más valor con menos recursos, se requiere un ajuste del PIB que refleje los valores importantes para una sociedad sostenible.

Por último, el estudio de Ericsson habla del “poder de colaboración”. “Las organizaciones de redes del futuro serán más flexibles y eficientes gracias a la colaboración. Por lo tanto, las condiciones de gestión de las ciudades también van a evolucionar, lo que requerirá cambios en la legislación y la gobernanza”, dice el informe.

Según Patrik Regardh, responsable del Laboratorio de Sociedad Conectada de Ericsson, las TIC solían ser responsabilidad del departamento de tecnología en las empresas y entidades públicas, “pero hoy, que estamos asistiendo a una multitud de nuevas oportunidades, en mayor o menor medida derivadas de las nuevas tecnologías, eso está cambiando. El área tecnológica se está convirtiendo cada vez más en una habilidad de gestión general. Las nuevas tecnologías aportan tanto eficiencia como innovación en básicamente todas las áreas de una ciudad, desde la sanidad al transporte o las utilities”, dice Regardh.

No deja de ser anecdótico que el primer lugar lo lleve justamente la ciudad donde están los cuarteles generales de Ericsson, lo que demuestra una clara comunión entre empresas tecnológicas y esta ciudad europea.