"Uno no puede gestionar la creatividad, no podemos hacer que la gente se vuelva más creativa, pero podemos gestionar para la creatividad". "Me encanta esa frase, es de Teresa Amabile, profesora de la Harvard Business School y una de las expertas en el tema de innovación", dice Francisco Martínez, director de estudios de MMC Consultores.

¿Pero cómo gestionar para la creatividad? Para eso es necesario hacer un diagnóstico, para detectar qué estamos haciendo para promover un ambiente donde las personas generen ideas, las desarrollen y, finalmente, logren darle un mayor valor a su trabajo y al de su compañía.

Ese es el principio que llevó a MMC Consultores y a la Universidad del Desarrollo a trabajar en una herramienta metodológica útil para hacer ese diagnóstico. Así dieron con el C3: Culturas Creativas Corporativas.

"Las empresas exitosas son las que consolidan una cultura que fomenta la creatividad e innovación constante, reteniendo el talento e incrementando la motivación de sus empleados", dice una presentación de C3. La idea de esta herramienta es que varias empresas se midan con ella, para que puedan conocer no sólo el estado de su situación interna, sino además, cuál es su posición respecto del resto de su competencia y del mercado en general.

"Hay empresas que implementan sistemas de gestión de la innovación, con concursos de ideas, pero viene el tema de la efectividad de los sistemas. Es importante entender por qué estos sistemas no están funcionando. No tienen capacidad real de hacer innovación. Nosotros creemos que hay un elemento particularmente interesante en torno a la creatividad y eso es lo que busca mostrar esta herramienta", dice Daniel Contesse, vicerrector de Innovación y Desarrollo, Universidad del Desarrollo.

Contesse explica que esta iniciativa surge de un contexto en que la universidad lleva años desarrollando y promoviendo un ambiente pro innovación. "La idea es generar ecosistemas de innovación en que la comunidad universitaria pueda influir en construir un Chile más innovador y emprendedor".

Por eso la idea de C3 es que la mayor cantidad de empresas se midan, para lograr hacer también un diagnóstico país de lo que está pasando con la creatividad en las empresas y cuáles son las culturas que se imponen y que frenan o estimulan un entorno innovador.

El C3 medirá 10 dimensiones que se dan en la cultura corporativa.

Francisco Martínez detalla:

Compromiso: las personas tienen que interiorizar que la innovación es parte fundamental de la estrategia de la empresa. Y esto habla de cómo los mánagers y la alta dirección son capaces de transversalizar esa misión.

Autonomía: puedes tener muchas ideas, pero si tienes una pauta estructurada de tu día entero, no tienes cómo desarrollarlas.

Apertura interna y externa: recibir las ideas al interior de la empresa, en los trabajadores, etc. La externa es la relación con clientes y proveedores. 

Liderazgo de manager. Un jefe malo puede bloquear todas las ideas del personal.

Movilización de recursos e incentivos: tiempo y dinero para hacer las cosas.

Trabajo desafiante: cuando me hacen sólo girar un tornillo, es poco desafiante, pero cuando te dicen encuentra la mejor forma de hacer esto, te están dando autonomía.

Confianza y cooperación.

Disponibilidad de tiempo para hacer proyectos especiales. Hay empresas como Google que han generado hasta espacios especiales para estos desarrollos.

Diversidad: tiene que haber debate, intercambio de ideas, fricción creativa.Se trata de juntar a personas que piensen distinto, porque eso genera valor.

Debes saber

¿Qué ha pasado? La Universidad del Desarrollo y la consultora MDD desarrollaron una nueva herramienta para medir la creatividad en las empresas: C3.

¿Por qué ha pasado? Porque está estudiado que hay una cultura corporativa que promueve o frena la creatividad. La idea es conocer cuál es la que se vive en las compañías chilenas.

¿Qué consecuencias tiene? La posibilidad de detectar, mediante la aplicación del C3, los problemas que frenan la innovación y de generar acciones para corregir.