La construcción del nuevo Aeropuerto Internacional de Santiago registra a la fecha un avance del 20% y de acuerdo con el contrato de concesión debiera estar terminado en su totalidad en noviembre del año 2020. Sin embargo, los retrasos en la revisión y aprobación del proyecto de ingeniería definitivo por parte del Ministerio de Obras Públicas (MOP), ha puesto en duda la fecha prevista para la puesta en marcha del nuevo terminal.

Así, lo advirtió el concesionario del Aeropuerto de Santiago Arturo Merino Benítez, Nuevo Pudahuel, conformado por Aéroports de Paris, Vinci Airports y Astaldi Concessioni, que en su balance 2017 advirtió que el ritmo de aprobación del diseño de las obras por parte del MOP ha causado un impacto en la ejecución de las obras.

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"Al 31 de diciembre de 2017, después de transcurridos 22 meses de la entrega del proyecto de ingeniería definitiva al MOP, tan solo se encontraba aprobado el 35% de este", señaló la empresa en sus estados financieros enviados a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), agregando que "el ritmo de aprobación del diseño de las obras ha causado impactos importantes en la ejecución de las obras y podría afectar las fechas de puesta en servicio previstas en el contrato de concesión".

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Esfuerzo adicional

Ante ello, desde el Ministerio de Obras Públicas han señalado que se dispondrán de todos los recursos necesarios para acelerar dicho proceso, a fin de que la construcción del aeropuerto no tenga retrasos.

Justamente, hace dos semanas, el ministro Juan Andrés Fontaine hizo un recorrido por las instalaciones del aeropuerto. En aquella ocasión, si bien señaló que los trabajos de ampliación del aeropuerto de Santiago están avanzando en tiempo, ha habido ciertos retrasos en la aprobación de los proyectos de ingeniería.

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El nuevo edificio terminal internacional tendrá en total una superficie de 175.000 m2 y contará con cinco niveles, incluyendo un subterráneo, además, de un hall de llegada de 3.000 m2 y uno de salida de 7.880 m2. Entre las obras a ejecutar destacan también la remodelación del actual terminal de pasajeros, con una ampliación de 110.000 m2 a 119.000 m2, dejándolo solo para uso nacional. Todo esto, con una inversión de US$700 millones que permitirá ampliar la capacidad a 30 millones de pasajeros hacia el año 2020.

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