Nueva York presentó ayer cargos por terrorismo contra el bangladesí de 27 años que llevaba adherida a su cuerpo una bomba casera que detonó en un corredor del tren subterráneo en Manhattan, dejando cuatro heridos y generando gran conmoción, mientras investigadores del país asiático indagaban a su mujer.
Tres personas, entre ellas un policía, sufrieron heridas leves, mientras que el sospechoso Akayed Ullah, de 27 años, terminó con quemaduras y laceraciones ante el estallido parcial del artefacto en la hora punta del lunes en un pasillo entre la estación del metro de Times Square y el terminal de buses de la Autoridad Portuaria, en el corazón de Manhattan.
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Ullah fue acusado de posesión criminal de un arma, apoyo a un acto de terrorismo y generación de amenaza terrorista bajo las leyes del estado de Nueva York, dijo el departamento de policía local, que agregó que las autoridades estadounidenses también presentarían cargos federales.
En tanto, investigadores en Bangladés interrogaban a la mujer de Ullah, según dos funcionarios que pidieron no ser identificados porque no tienen permitido hablar públicamente del tema. Si bien no brindaron detalles sobre la indagatoria, informaron que la pareja tiene un bebé de seis meses.
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"Hemos hallado a su mujer y familia política en Daca. Los estamos interrogando", dijo un funcionario policial a Reuters.
El alcalde neoyorquino, Bill de Blasio, calificó el hecho como un intento de ataque terrorista y otros funcionarios de Estados Unidos dijeron que parecía ser -aunque inusual- un intento de ataque suicida con bomba en suelo estadounidense.
Por su parte, el Presidente de EEUU, Donald Trump, reiteró que avanzaría en remover el programa de Lotería de Visas después del ataque.