Ha sido uno de los protagonistas inesperados de la visita oficial del Papa Francisco en Chile. El cuestionado obispo de Osorno, Juan Barros, nuevamente ayer entregó declaraciones a la prensa, esta vez para defenderse de las acusaciones que las víctimas del sacerdote Fernando Karadima realizaron en su contra, tras su aparición en actividades del Sumo Pontífice.
"He dicho muchas veces que no he sido testigo de eso y les pido que me dejen tranquilo", sostuvo Barros, quien enfrentó así los dichos de James Hamilton, Juan Carlos Cruz y Juan Andrés Murillo, quienes han insistido en que el sacerdote fue testigo de los abusos sexuales cometidos por Karadima.
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Además, Barros vivió un incómodo momento cuando una periodista argentina le preguntó: ¿por qué no deja la sotana y le hace un bien a la iglesia? Aludiendo a que su presencia ha empañado la visita del Sumo Pontífice.
Ayer Barros acompañó al Papa en Temuco y anunció su participación en la "Misa por el Progreso de los Pueblos", a pesar de los cuestionamientos en su contra.
"Por supuesto. Para un obispo, un sacerdote es una alegría inmensa celebrar la misa con el Santo Padre", dijo Barros.