Los gobiernos occidentales presentaron un frente unido sobre Irán ayer y rechazaron los reportes de que Francia había sido el principal obstáculo en las negociaciones del fin de semana que no lograron asegurar un acuerdo sobre el programa nuclear de Irán.

Estados Unidos y el Reino Unido respaldaron los dichos de que fueron los iraníes quienes bloquearon un acuerdo en las conversaciones en Ginebra, en vez de las objeciones públicas realizadas por el ministro de Relaciones Exteriores galo, Laurent Fabius.

"Los franceses lo rechazaron, nosotros lo rechazamos", dijo John Kerry, secretario de Estado estadounidense. "Hubo unidad pero Irán no pudo soportarlo".

Las negociaciones se quebraron el domingo en la mañana sin un acuerdo pese a las altas expectativas de que las seis potencias e Irán firmarían el primer acuerdo en más de una década sobre el programa nuclear iraní.

Funcionarios senior reanudarán las negociaciones el 20 de noviembre para tratar de asegurar un acuerdo preliminar que frenaría partes del programa nuclear a cambio de un leve alivio a las sanciones, comprando tiempo para discusiones más detalladas acerca de un acuerdo de largo plazo con Teherán.

Los diplomáticos occidentales temen que las señales de desacuerdo entre las seis potencias -que también incluyen a Alemania, Rusia y China- puedan dar a Irán una ventaja en las negociaciones. Al mismo tiempo, las discusiones en Ginebra también han dado municiones a los críticos en Israel y en el Congreso estadounidense, quienes se oponen a los detalles de este acuerdo preliminar.

Francia ha sido culpado por el fracaso de las negociaciones en parte porque Fabius hizo público su recelo acerca de partes del acuerdo propuesto. "Hay un texto inicial que nosotros no aceptamos", dijo a la radio francesa el sábado en la mañana, advirtiendo que las seis potencias evitarían jugar al "juego del tonto".

En ese momento, Fabius generó preocupaciones acerca del pesado reactor iraní en construcción en Arak y el uranio enriquecido almacenado.

Sin embargo, hablando ayer a la estación radial fracesa Europe 1, Fabius negó que Francia fuera la principal razón detrás del fracaso en las negociaciones y fue optimista al respecto. "Nosotros (Francia) no estamos cerrados... queremos un acuerdo para la seguridad regional e internacional", dijo. "Francia no está ni aislado ni es un país que siga a la manada. Es independiente y trabaja por la paz".

Además, agregó: "ya hemos avanzado mucho... No estamos lejos de un acuerdo". Funcionarios franceses sugirieron que uno de los asuntos pendientes eran las objeciones iraníes al lenguaje acerca de su derecho a enriquecer uranio en el futuro.

Los comentarios franceses y estadounidenses fueron respaldados por William Hague, secretario de Relaciones Exteriores británico, quien también negó que hubiera una división entre las potencias occidentales durante el fin de semana.

"Fue una posición completamente unida que se instaló frente a los iraníes al cierre de nuestras discusiones", dijo. "Los reportes de vetos por parte de un país u obstrucción por otro debieran verse en esa luz".

El gobierno iraní accedió a dejar a los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA, su sigla en inglés) visitar el sitio de Arak así como la mina de Gachin en Bandar Abbas, reportó ayer la agencia de noticias semi-oficial Fars.

Ali-Akbar Salehi, director de la Organización de Energía Atómica de Irán, dijo que el acuerdo con la IAEA era un "mapa de ruta" detrás de las obligaciones del país bajo el Tratado de No Proliferación que "seguramente tendrá un impacto en las negociaciones nucleares" con las potencias porque "estos dos caminos mostrarán ser complementarios".

El gobierno de Israel ayer aplaudió el fracaso en  llegar a un acuerdo con  Irán, y dijo que continuaría presionando para tomar una postura más dura contra Teherán en las próximas semanas.