La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) presenta hoy en Santiago la última edición de su informe Estudio Económico de Chile, en el que se analizan las reformas implementadas recientemente y los desafíos a los que se enfrentará el próximo gobierno de Sebastián Piñera, que van desde la creciente desigualdad, hasta una débil productividad laboral.
En ese marco el organismo insta a nuestro país a ampliar la edad de jubilación y fortalecer el pilar solidario en pensiones.
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Según el documento el sistema privado de pensiones chileno, proporciona modestas pensiones para los individuos de ingresos medios, ya que reducidas contribuciones, baja edad de jubilación (60 años mujeres y 65 hombres), e importantes brechas de contribución, reducen los fondos para la jubilación.
"Ampliar la edad de jubilación, especialmente en el caso de las mujeres, podría incrementar el PIB per cápita en un 0,6% tras 10 años. Vincular la edad de jubilación y la esperanza de vida también contribuiría a mantener unas tasas razonables de sustitución por pensiones y mejoraría la sostenibilidad a mediano plazo", dice el estudio.
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Sumado a lo anterior, la OCDE asegura que si se incrementa aún más La Pensión Básica Solidaria y el Aporte Previsional Solidario, "se reduciría la pobreza durante la vejez, aun cuando un elevado incremento podría generar efectos negativos en las finanzas públicas, en el ahorro de los hogares y en la formalización".
Además, en esta materia, el organismo aconseja separar las fuentes de financiamiento para pensiones públicas contributivas y no contributivas, sin dejar de hacer hincapié en la importancia de la reforma presentada el año pasado.
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"Coherente con las recomendaciones anteriores de la OCDE , el proyecto de ley de 2017 prevé un incremento gradual de las contribuciones obligatorias de los empleadores de cinco puntos porcentuales hasta 2021 así como un aumento de la cota máxima de las contribuciones en los trabajadores de rentas más altas", señala el informe.
Otras recomendaciones
En los capítulos especiales del documento, la OCDE aborda una serie de medidas para conseguir un crecimiento más sostenible, mejorar la productividad y el desempeño de las exportaciones y potenciar la inclusión y la calidad de empleo.
En cuanto a la supervisión y regulación bancaria, la institución destaca que Chile goza de mercados abiertos y profundos, en comparación con otros mercados emergentes, respaldado por un sólido marco de política fiscal y monetaria.
Igualmente, pese a que el marco de las políticas macroeconómicas es sólido, "la supervisión financiera es mejorable", dice la OCDE, acotando que implementar la Ley de Bancos que incorpora los requerimientos de capital de Basilea III, refuerza en ese aspecto.
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Para sostener la economía de Chile, que se ha mostrado resiliente a la crisis mundial, el organismo indica que se necesitan nuevas fuentes de crecimiento a largo plazo. "Debe diversificar su economía hacia actividades no relacionadas con los recursos naturales", advierte el estudio, donde además se remarca la alta dependencia en el cobre, en tiempos en que los precios de las materias primeras se han visto afectados, pese a una modesta recuperación.
Sobre los riesgos a los que se enfrenta Chile en el mediano plazo, la OCDE señala a los asociados a la evolución de nuestros principales socios comerciales y un descenso en los precios de los commodities. Además, "un aumento más rápido de lo esperado en las tasas de interés mundiales a largo plazo tendría un impacto negativo limitado en el sector financiero y el crecimiento", afirma el documento y agrega que "la economía también podría enfrentarse a shocks imprevistos, cuyos efectos son difíciles de incorporar a las proyecciones".
Finalmente abordar las brechas de infraestructura y logística es otro de los grandes desafíos que la OCDE adjudica a Chile, subrayando que siguen existiendo cuellos de botella que reflejan en parte la falta de interoperabilidad.
Preguntas clave
¿Qué refleja el análisis de la OCDE sobre Chile?
Según el último informe de Estudios Económicos para nuestro país, en las últimas décadas Chile mejoró de forma significativa la calidad de vida de sus ciudadanos, pese a un estancamiento en el precio de las materias primas.
Es por esto que para la OCDE, aumentar el gasto social y en educación, reforzará el crecimiento inclusivo con el paso del tiempo. Mientras que incrementar la productividad aumentaría los ingresos y mejoraría los servicios.
¿Qué pasa en materia de productividad y exportaciones?
"El boom de los commodities habría ocultado la debilidad de las exportaciones no relacionadas con las materias primas como la baja productividad", dice la OCDE. Sobre lo anterior, el organismo advierte de una elevada vulnerabilidad ante posibles shocks externos, por la evolución de los precios del cobre y costes ambientales. Con esto, el organismo recomienda reducir barreras de entrada y complejidad regulatoria en algunos sectores.
¿Cuáles son las recomendaciones en materia de pensiones?
Para la OCDE el sistema privado de pensiones no hace lo suficiente para reducir las desigualdades, acotando que el envejecimiento de la población en nuestro país ejercerá una mayor presión sobre el gasto público. Así, aumentar contribuciones para incrementar el ahorro de jubilación, seguir aumentando el pilar solidario financiado a través de la tributación general e incrementar progresivamente la edad de jubilación, además de unificarla entre hombres y mujeres, serían clave.
¿Cómo se consigue un crecimiento más inclusivo?
"La adopción de reformas sociales y del mercado de trabajo centrada especialmente en la mujer y en los trabajadores menos cualificados es una estrategia beneficiosa para el crecimiento inclusivo", destaca la OCDE. Además, según el organismo las brechas de género, tanto en salarios como en fuerza laboral, siguen siendo elevados. Con esto, aconseja profundizar esfuerzos ya existentes para mejorar la calidad en todos los niveles educativos y reducir costos por despidos, entre otras cosas.
