El comercio mundial de bienes continuará creciendo por encima de la tendencia durante el segundo trimestre, mostró el lunes el indicador trimestral de perspectivas de la Organización Mundial del Comercio.
El indicador, publicado desde el tercer trimestre de 2016, mostró una lectura de 102,3 comparado con 102,2 de noviembre pasado.
Los siete componentes del indicador fueron positivos excepto para el comercio de componentes electrónicos, que cayeron a 94,1 desde 103,3 en el trimestre previo, posiblemente indicando un debilitamiento del sentimiento del consumidor, dijo la organización en un comunicado.
"El crecimiento sigue estando por encima de la tendencia", dijo a Reuters el economista de la OMC, Coleman Nee.
"La recuperación de 2017 parece estar extendiéndose hacia el primer trimestre de 2018 por lo menos, basado en cosas como fuertes órdenes de exportación, fuertes cargas aéreas y envíos en contenedores y otros indicadores. Así que parece que no ha habido ninguna reducción del impulso", agregó.
El componente más fuerte del índice fue el rendimiento en los puertos de carga en 104,3, su mayor marca desde que la organización comenzó a publicar el indicador.
La Organización Mundial del Comercio ha pronosticado un crecimiento general en el comercio mundial de bienes en un rango de 1,4% a 4,4% este año, más probablemente alrededor de 3,2% comparado con un estimado de 3,6% en 2017.
Esas cifras, publicadas a fines de septiembre, estuvieron basadas en proyecciones de crecimiento económico del Fondo Monetario Internacional que desde entonces se han actualizado en 0,2 puntos porcentuales a 3,2% en 2017 y 3,3% en 2018. La Organización Mundial del Comercio actualizará su pronóstico de crecimiento de 2018 en abril.
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Las disputas comerciales y la fricción comercial internacional no logran afectar bastante a la imagen general del comercio mundial, acotó Nee, señalando que tienen a afectar un sector particular de un país específico, por lo que si una fuente de bienes se restringe las importaciones cambian a fuentes alternativas. Una disputa más amplia o un enfrentamiento de ajuste cuentas podrían aún así crear incertidumbre y minar el crecimiento económico, lo que sería visible en una desaceleración del PIB más que en estadísticas comerciales.
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