Oriol Junqueras el líder catalán preso de sus ideales
"Convencido de sus ideas", "transversal" y "creíble" son los apelativos usados por quienes conocen al líder de Esquerra Republicana, que competirá por presidir la Generalitat. Aquí, la historia del político que a los ocho años selló su pensamiento, el mismo que 40 años después lo llevó a prisión.
Un proyecto de país "integrador e inclusivo". Ese es el modelo al que aspira Oriol Junqueras, el líder independentista que hoy se encuentra preso en Madrid y que es uno de los candidatos más fuertes que hoy tiene el independentismo para volver a liderar Cataluña. La definición de un país integrador e inclusivo es parte de una sentida carta que el cesado vicepresidente de la Generalitat escribió ayer para El Periódico de Cataluña. En el texto, relató los mensajes de apoyo que recibe a diario e incluso recordó historias con sus amistades de San Vicencte dels Horts, donde surgió su carrera política.
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Uno de sus más cercanos es Lolo Calero, quien viralizó un video en redes sociales para entregarle su respaldo. Las imágenes muestran a un hombre sencillo, de pantalón corto y polera, que con improvisados carteles hechos a mano, pide la liberación de su amigo. "Nosostros somos la voz de ellos. Somos la voz que tenemos que decir basta ya", dice Calero, paradójicamente fanático del Real Madrid, a diferencia de Junqueras, que toda la vida ha sido hincha del Barcelona.
Oriol Junqueras nació en el barrio de Sant Andreu, Barcelona, en 1969. A los dos años su familia se trasladó a San Vicente dels Horts, ayuntamiento (municipio), donde fue electo concejal en 2003 y luego alcalde en 2011, apoyado por su partido de toda la vida, Esquerra Republicana (ERC). Un funcionario del ayuntamiento, quien prefirió no identificarse dijo a PULSO que "hay visiones de unos y otros. Pero él ha hecho una legislación para sanear las cuentas del pueblo y en ese sentido ha sido un aporte".
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Paralelamente, Junqueras ejerció como eurodiputado hasta diciembre de 2011, cuando le cedió el cargo a Ana Miranda, tras un acuerdo electoral con el Bloque Nacionalista Gallego. Casi seis años han pasado de ese gesto político, pero la beneficiada con el cupo mantiene el recuerdo del independentista intacto. Considera que es "un convencido de sus ideas y de que Cataluña debe ser un Estado. Un defensor de los Derechos Humanos y los Derechos de los Pueblos".
El niño independentista
El líder de Esquerra Republicana, de alguna u otra forma, ha estado vinculado toda su vida a Cataluña. Desde pequeño trabajó en los campos de su familia en Castellbell i el Vilar, un pequeño pueblo ubicado a 50 kilómetros de Barcelona. Ya a los ocho años comenzó a tener ideas independentistas, las que desarrolló a la largo de su vida y que lo llevaron a convertirse en referente de su partido, y actual presidente desde 2011.
Su exitosa carrera le permitió además el nombramiento como vicepresidente de la Generalitat. En ese cargo, junto a Carles Puigdemont en la presidencia y un nutrido grupo de dirigentes que busca separarse de España, lideró el referéndum del pasado 1 de octubre y la posterior declaración de independencia. Este acto significó el quiebre total con el Gobierno de Mariano Rajoy. Fue cuestión de días para que la justicia de ese país pidiera su detención sin fianza. Junqueras está en prisión desde el pasado 2 de noviembre.
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Padre-padrino
Su encarcelamiento en Madrid ha significado un duro golpe para su esposa, Neus Bramona, con quien tiene dos hijos: Lluc de cinco años y Joana de dos. La pareja se conoció en las reuniones del partido, donde ella también milita, pero ha optado por mantener bajo perfil. De hecho, en la prensa prácticamente no existen fotos de ambos en actividades públicas.
Además de la familia, su entorno político también se ha manifestado dolido por esta situación, especialmente el senador del ERC Josep Rufá, quien lo considera una persona "creíble, transversal, dialogante, precursor de la inclusión y a la vez exigente". Abiertamente, Rufá confiesa sentirse dolido por la dura situación que atraviesa Junqueras, esperando que pronto se solucionen sus problemas judiciales.
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Pero más allá de lo político y con una voz quebrada, el representante de Tarragona tiene un recuerdo presente: "en un Congreso había una persona que quería militar (en ERC), le pregunté si la podía apadrinar y lo hizo. Me emociono porque esta persona es muy querida para mí".
Uno de tantos episodios que va construyendo la carrera política de Oriol Junqueras, y que dejan huella en el liderazgo que por años ha mantenido al frente del ERC. Ese apoyo incondicional hoy se pone a prueba desde la cárcel, desde donde el cesado vicepresidente de la Generalitat impulsa una nueva candidatura a la cabeza de su partido, el que ha evitado una alianza con el PdeCAT de Carles Puigdemont. Esta vez correrán por separado. A 29 días para las elecciones del próximo 21 de diciembre, aún el escenario es incierto.
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