El máximo responsable de Codelco, Nelson Pizarro, debería ser nombrado nuevamente en su cargo cuando termine su mandato a fin de año para seguir manteniendo el objetivo de la empresa centrado en recortar costos y gastos, dijo su presidente.
"Muchos, entre los que me incluyo, estamos promocionando la idea de que Nelson continúe como máximo responsable un par de años, si es posible", dijo Óscar Landerretche en una entrevista en Shanghái durante la Semana del Cobre en Asia. Está tratando personalmente de persuadir a Pizarro de que no se retire y viene diciendo a los políticos de todos los partidos las razones por las que debería quedarse. La compañía estatal es el mayor productor de cobre del mundo.
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Pizarro desempeñó un papel crucial en la ofensiva para bajar el gasto e imponer una reducción de costos, dijo Landerretche. "El máximo responsable tiene que ser un minero, alguien que haya estado ahí. La idea es racionalizar los proyectos, bajar costos, sanear las finanzas, y Codelco debe hacer todo eso durante muchos años más".
El mandato de Landerretche también termina el año próximo, cuando el nuevo gobierno reorganice la dirección del productor.
Quienes dirigen empresas mineras como Codelco deben resistir las presiones de aquellos que quieren desviarlos de los intereses de la compañía y de los ciudadanos, dijo Landerretche respecto al futuro político del país.
"Todos los días deben decirle no a alguien. Decirles no a los trabajadores, no a los contratistas, no a los ingenieros, no a algún tipo loco con una idea descabellada, no al gobierno que quiere usarlos para emitir deuda".
El objetivo puesto en los costos y el gasto refleja una mayor prudencia en el sector respecto de empeñarse en nuevas inversiones mineras pese a que el precio de los metales se cotiza en el nivel más alto desde 2013, según Landerretche. Los grandes productores son más conservadores "probablemente porque el recuerdo de haberse quemado con algunas de sus inversiones en el súper-ciclo todavía sigue muy vívido en los accionistas".
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Es saludable para las empresas, pero "vuelve aún menos dinámico el suministro porque significa que tardarán mucho más en producir y en reaccionar a la demanda excesiva", dijo. "No quieren cometer los mismos errores". Esa disciplina en la oferta es un motor que puede sostener al cobre hasta la próxima década.
