Volatilidad. Ese es el concepto que ha acompañado los registros inflacionarios durante este año y que tiene de cabeza a los economistas para calcular con más exactitud los movimientos de los precios. El ejemplo más claro de la volatilidad se produjo entre septiembre y octubre con registros de -0,2% y 0,6%, respectivamente, impulsado por los productos más volátiles de la canasta de IPC, entre ellos, paquete turístico, gasto común, frutas y verduras.
Estos mismos productos podrían llevar a que el registro de noviembre tenga una variación negativa. Si bien hoy, las expectativas están centradas en 0%, algunos economistas tienen sesgada esa proyección a la baja, precisamente por el comportamiento que puedan mostrar estos productos. Los activos financieros siguen esta misma tendencia, ya que tienen un registro de 0%, pero sesgado a la baja.
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Es más, el propio Banco Central lo señaló en su Informe de Política Monetaria (IPoM), donde destaca que al inusual comportamiento de las frutas y verduras se sumó la mayor volatilidad que ha presentado el producto paquete turístico: "Este año, las variaciones mensuales de este ítem excedieron ampliamente sus patrones históricos, coincidiendo con el cambio en la metodología que aplica el INE para la toma de este precio desde enero del 2017".
Dentro del mercado la visión sesgada a la baja para el IPC de noviembre la entregó Martina Ogaz, economista de Euroamerica, quien señaló que su escenario base apunta a una inflación de 0% para noviembre, sin embargo, tiene un sesgo a la baja considerando el comportamiento atípico que han mostrado los elementos más volátiles de los 321 productos que tiene la canasta del IPC. "La volatilidad de los precios nos pueden llevar a que tengamos otra sorpresa negativa en noviembre. Si bien hoy nuestra proyección es de 0%, hay un sesgo bajista debido a la reversión en los precios que puedan tener paquete turístico y gasto común", subrayó Ogaz.
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A su vez, Antonio Moncado, economista de BCI, puntualizó que "los mismos precios que han mostrado volatilidad podrían incidir nuevamente en los registros de noviembre llevándolo a terreno negativo".
Alejandro Alarcón, académico de la Universidad de Chile, aseveró que "habrá algo de riesgo negativo por paquete turístico y gasto común. Hoy mis estimación es 0%, pero si estos productos muestran volatilidad y se revierte el alza de octubre, podríamos tener una inflación negativa".
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Desde BBVA, el economista Waldo Rivera comentó que "las principales incidencias provendrían de componentes volátiles como alimentos y energía sin los cuales la inflación IPC caería en terreno negativo". En ese sentido, agregó que "considerando la alta variabilidad que han presentado los precios reportados por el INE en lo reciente, destacando por su mayor volatilidad comparada respecto a otros países, emerge un riesgo mayor al usual de observar sorpresas respecto a nuestra toma de precios".
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Rivera indicó que para el mes "la difusión inflacionaria del IPC se ubicaría en 44% ubicándose en el piso del rango histórico de los últimos 7 años".
Nathan Pincheira, de Fynsa, y Tomás Flores académico de la Universidad Mayor, tienen una visión distinta. A juicio de ambos, lo más probable es que el IPC sea 0,1%. Esto porque si bien podría haber volatilidad en algunos productos, sería compensado por un alza en los precios de los combustibles.
Para diciembre, en tanto, la perspectiva apunta a un 0,1%, aunque también sesgado a la baja. Para el año en su conjunto, el Banco Central espera un cierre de 2,1% no obstante, si se concreta este riesgo podría finalizar el año bajo 2%, es decir, bajo el piso del rango de tolerancia del BC de 2% y 4%.